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La caída de recaudación en Nafarroa apunta a un déficit fiscal sobre el 1%

Después de tres años consecutivos de superávit presupuestario, el cierre provisional del ejercicio de 2020 avanza que las cuentas del Gobierno navarro presentarán un déficit que oscilará entre el 1,05% y el 1,15%, lo que supone unos 206 millones de euros. La «inevitable» caída de la recaudación se queda en el 8%, lejos de las primeras estimaciones.

La recaudación de la Hacienda Foral durante 2020 ha caído un 8% respecto al ejercicio anterior, al quedarse en un total líquido de 3.627,1 millones de euros, mientras que se espera un cierre presupuestario con aproximadamente un 1% de déficit. Así lo comunicó ayer la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, durante la rueda de prensa en la que presentó los datos de cierre del último año fiscal.

La «significativa» caída de la recaudación ha sido «lógica e inevitable en el contexto de la grave crisis económica que la pandemia de la covid-19 está provocando», como indicó la consejera, que destacó que, no obstante, ha sido «sensiblemente más atenuada de lo que los indicadores y previsiones mostraban en el mes de mayo, con porcentajes de caída estimados alrededor del 20%».

A la espera de conocer los datos definitivos, el Gobierno de María Chivite estima que el presupuesto de 2020 se cerrará con una horquilla de déficit de entre el 1,05% y el 1,15%, reflejo de que en las arcas forales han entrado, aproximadamente, 206 millones de euros menos de los que se habían previsto.

«La cifra es, como sucede en el caso de la recaudación, mejor de lo que se podía esperar pero mala –matizó Saiz–, porque rompe la tendencia sostenida en el tiempo de cierres en 2017, 2018 y 2019 con superávit».

Flujos con el Estado

Entrando en detalles, la recaudación líquida de los impuestos directos en 2020 ha alcanzado los 1.930,6 millones de euros, con un descenso interanual del 1,2%, mientras que en los impuestos indirectos el descenso ha sido del 14,6%, hasta 1.671,4 millones de euros. La consejera explicó que la caída registrada en los impuestos gestionados directamente por la Hacienda Foral ha sido solo del 1,5%. Por contra, el flujo de ingresos liquidados con el Estado por los impuestos indirectos se ha reducido un 24%, por lo que el peso relativo de la recaudación por gestión directa de la Hacienda Foral ha pasado de representar el 71% del total en el año 2019 al 76% en 2020, mientras que el peso de los ajustes fiscales se ha reducido del 29% al 24%.

Saiz señaló que, a grandes rasgos, se ha apreciado un leve crecimiento de las retenciones de trabajo al mismo tiempo que una caída generalizada de los tributos que dependen de la evolución del consumo, así como el cumplimiento de los objetivos presupuestarios marcados para la campañas de IRPF e Impuesto de Sociedades correspondientes a 2019.

En cuanto al IRPF, la recaudación acumulada a diciembre se mantiene a nivel global en valores similares a los del ejercicio precedente, con una reducción del montante del 4%, mientras que el Impuesto de Sociedades presenta valores inferiores en términos interanuales, con un descenso del 5% en su recaudación global.

Mientras, el IVA mostró «un buen comportamiento en el primer trimestre del año, pero la posterior crisis sanitaria se ha notado en la actividad económica y el consumo», lo que ha quedado reflejado en una menor recaudación íntegra, pasando de los 1.464,5 millones de euros de 2019 a los 1.413,9 millones; es decir un 3,5% menos.

Subrayó también «el rigor a la hora de concertar deuda estrictamente necesaria con la que poder afrontar los efectos tan grandes que está suponiendo la crisis en la economía navarra», recordando el acuerdo suscrito con el Gobierno español en el que se estableció una tasa de referencia del 2,6% para la contratación de deuda para el 2020.

Medio centenar de proyectos

Por otro lado, el Gobierno navarro anunció ayer una inversión de 1.534 millones de euros durante los próximos seis años en el marco de la Estrategia de Cohesión Territorial y Social que, junto con la Estrategia Verde y la Estrategia Digital, tiene como objetivo la recuperación económica postpandemia, para lo que espera contar con los fondos europeos Next Generation. Este plan contempla la puesta en marcha de 49 proyectos, con la cohesión como elemento clave.