Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA

La pensión media supera los 1.250 euros pero hay grandes brechas

El último informe mensual elaborado por la Seguridad Social indica que en Hego Euskal Herria hay más de 700.000 personas que cobran una pensión contributiva. Al corresponder a lo cobrado en este mes de enero, con la subida general del 0,9% ya aplicada, la media es de 1.257 euros, si bien hay grandes brechas por sexo y por tipo de pensión.

A 1 de enero de 2021, teniendo en cuenta ya la revalorización del 0,9% establecida para el conjunto de las pensiones contributivas, la pensión media en Hego Euska Herria asciende a 1.257 euros mensuales, lo que supone un incremento anual de poco más del 3%. No obstante, para hacer «una correcta interpretación» de este último dato hay que tener en cuenta que en la nómina de enero de 2020 aún no se había aplicado la revalorización prevista para ese año, tal como aclaraba ayer el propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en la nota que acompañaba al nuevo informe mensual.

Siempre conviene incidir en que este tipo de cálculo no implica que la mayoría de las personas reciban una pensión igual o superior a la media. Como se observa en las tablas anexas, son 701.005 las que cobran una pensión contributiva en Hego Euskal Herria, por lo que se ha registrado un ligero ascenso (0,23%) respecto a las 699.431 que lo hacían doce meses atrás, antes de que la pandemia de coronavirus se hiciera notar en nuestro país. Para percibir la incidencia real de la mortalidad provocada por el covid-19 en esta materia habrá que esperar a los datos que vayan llegando a partir del próximo mes de abril.

Más de la mitad de las pensiones son de jubilación y su importe medio es más alto, 1.428 euros. Por herrialdes, destaca el “descuelgue” de más de cien euros de Nafarroa, con una media de 1.336 euros, respecto a Bizkaia (1.481) y Araba (1.467).

Bajo mínimos

También es subrayable que hay más de 84.000 personas, un 12% del total de pensionistas de los cuatro herrialdes, que deben beneficiarse de un «complemento a mínimos», un importe que se añade cuando el cálculo de la pensión en base a las cotizaciones efectuadas en la vida laboral no llega al mínimo establecido por ley para cada una de las clases o regímenes.

Y no es casualidad que esta situación afecte en una proporción mucho mayor a mujeres que a hombres. Mientras en la CAV las mujeres que reciben un complemento a mínimos representan el 15,9% del total y los hombres solo el 5,5%, en Nafarroa la brecha se amplía desde del 24,1% hasta el 9,3%.

En número de “contribuyentes”, a las de jubilación siguen las de viudedad (con más de 164.000 personas y una media de 881 euros) y las de incapacidad permanente (más de 52.000 pensionistas y 1.251 euros).

Por otro lado, el Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez aprobó ayer una nueva prórroga de la cláusula de salvaguarda de la reforma de las pensiones de 2011, que garantiza las condiciones de jubilación previas para las personas despedidas antes de su entrada en vigor el 1 de abril de 2013, es decir, quienes salieron del mercado laboral durante la crisis financiera y que no trabajaron más.

Gobierno español y agentes sociales pactaron esta garantía para que quienes no volviesen a encontrar trabajo llegasen a la jubilación sin ver disminuida su expectativa de pensión, dado que ya no tenían posibilidad alguna de reacción.

El Ejecutivo del PP limitó la vigencia de esa cláusula a 2018 y el posterior Gabinete del PSOE la prorrogó para 2019 y 2020. Ayer, UGT y CCOO volvieron a pedir que esa salvaguarda se mantenga indefinidamente.