Carlos GIL
Analista cultural

Miedo a las represalias

Acaba de saltar otro escándalo referente a los abusos de poder y/o sexuales y actitudes vejatorias sufridas por jóvenes alumnas en una de las instituciones de formación teatral más emblemática: el Institut del Teatre de Barcelona. Los nombres que han salido de los profesores señalados nos dejan en un trance. Conozco bien a dos de ellos y con uno me une una cierta amistad. Los relatos de las mujeres que durante décadas han sido víctimas no es que sean creíbles, es que rezuman verdad, miedo, prudencia porque en casi todos los casos temen, todavía, represalias. Y eso, en este campo, significa ostracismo, ruina, apartarse de la profesión porque además del poder conferido por su cargo docente, estas personas, no los señalados, sino todo el claustro, para entendernos, forman parte de los focos de gestación de proyectos teatrales más importantes en Barcelona y Catalunya.

Es doloroso tener que señalar estos casos. Lo de actitudes vejatorias y abusos de poder, es una lacra reconocible. Muchos de los que hoy están en la cúspide de la pirámide vienen de una educación totalitaria y no han sabido superarla. Lo de los abusos y chantajes sexuales para aprobar a las alumnas, parece que es demasiado habitual. Hay casos judicializados en otras Escuelas Superiores. Es una plaga que todo el sistema educativo debe sanear con urgencia. Estas cosas se saben y se ocultan. Complicidad dolosa.