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BILBO

El Estado español reserva la vacuna de AstraZeneca para la franja entre 60 y 65 años

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) confirmó ayer un «posible vínculo» de la vacuna de AstraZeneca con los casos inusuales de coagulación sanguínea reportados en algunas personas que la recibieron, pero sigue considerando que su beneficio está por encima del riesgo de un efecto secundario. De hecho, según las conclusiones del comité de seguridad (PRAC) de la EMA, los coágulos de sangre «inusuales» con bajas plaquetas «deben incluirse como efectos secundarios muy raros» de la vacuna de la firma británica, en base a «todas las pruebas disponibles actualmente», incluyendo el asesoramiento de un grupo especial de expertos

Una vez conocido el informe, el Ministerio español de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron reservar de momento la vacuna de la firma británica para las personas de entre 60 y 65 años, dejando en manos de la Comisión de Salud Pública la decisión de ampliarla desde esa edad hasta los 70.

La decisión se adoptó ya entrada la noche, en la reunión del Consejo Interterritorial, durante la cual todas las comunidades se habrían mostrado a favor de esta propuesta menos Madrid, que votó en contra porque era partidaria de ampliar el rango de edad por encima de los 65 años, mientras que Ceuta y la CAV optaron por abstenerse, según informó la agencia Efe, que indicó, asimismo, que la Comisión de Salud Pública evaluará en los próximos días la ampliación al grupo de 65 a 70 años.

Horas antes, la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, había instado a mostrar una «posición coordinada» entre los socios de la Unión Europea para no «alimentar» dudas sobre la vacuna, aunque reconoció que las decisiones sobre la vacunación le corresponden a cada estado. Lo cierto es que ayer, además del Estado español, solo Italia, que anunció que priorizará la administración de la vacuna a los mayores de 60 años, y Bélgica, que ha fijado el suelo en los 55, se posicionaron públicamente al respecto. Fuera ya del espacio comunitario, las autoridades británicas anunciaron que ofrecerán una vacuna alternativa a AstraZeneca a los menores de 30 años.

Un caso entre cien mil

El dictamen hecho público ayer por la EMA se corresponde tanto con las declaraciones hechas la víspera por su responsable de vacunación, que apuntó a la confirmación oficial por primera vez de esa posible relación, como con la afirmación general sostenida por la propia agencia y la Organización Mundial de la Salud de que los beneficios de la vacuna son mayores que los perjuicios en cualquier caso.

Sabine Straus, jefa del Comité de Evaluación, explicó que se han detectado hasta el momento 169 casos de trombos cerebrales y 53 abdominales entre las decenas de millones de personas que han sido vacunadas, por lo que el efecto secundario es muy infrecuente. Al respecto, indicó que no se puede establecer un porcentaje concreto, porque este asunto sigue siendo objeto de análisis, pero a modo aproximativo habló de un caso cada 100.000 vacunaciones.

Al pedírsele más aclaraciones como este porcentaje, Straus declaró que es el ratio advertido en Alemania, donde se ha hecho un importante trabajo de análisis sobre estos eventos. Straus añadió que no se puede determinar la razón exacta de este efecto secundario, aunque consideró que posiblemente se trata de una reacción del sistema inmunitario. Y advirtió de que, en consecuencia, no se puede establecer una directriz para paliar el riesgo.

Por su parte, Emer Cooke, directora ejecutiva de la agencia, incidió en que «los beneficios de la vacuna exceden con mucho a los posibles riesgos adversos». «El riesgo de la mortalidad por efecto del covid-19 supera con mucho a este riesgo», insistió la responsable de la EMA.