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ELA constata que la destrucción de empleo se concentra en los precarios

La destrucción de empleo se concentró en 2020 en los contratos precarios y el 95% de ellos –en el caso de las mujeres, cinco veces superior a los hombres– eran temporales, según el análisis de coyuntura de ELA. El sindicato volvió a reclamar la derogación urgente de las reformas laborales y de negociación colectiva.

El sindicato ELA exigió ayer la derogación urgente de las reformas laborales y de negociación colectiva porque están detrás de que la destrucción de empleo durante 2020 se haya concentrado entre los colectivos con contratos más precarios. Además, el 95% de los 24.000 empleos destruidos en Hego Euskal Herria, unos 23.000, corresponden a trabajadores temporales.

Son algunas de las principales conclusiones recogidas en el último análisis de coyuntura elaborado por el sindicato, en el que se reflejan los datos de la evolución del empleo en 2020.

Tras reiterar que, según su análisis, «la destrucción de empleo producida el año pasado se concentró entre los colectivos con contratos más precarios», Xabier Zabala, integrante del gabinete de estudios, remarcó que, además, «esa destrucción de empleo se cebó entre las trabajadoras a tiempo parcial».

Igualmente, el total de empleos temporales y a tiempo parcial cayó en torno a 15.600, lo que para Zabala «muestra que son los colectivos más precarios los más desprotegidos y, durante 2020, primero se despidió a quienes estaban en situación de eventuales».

En total, la destrucción de empleo en el conjunto de Hego Euskal Herria afectó a 11.900 mujeres y 10.600 hombres y las actividades más afectadas fueron hostelería, con una destrucción de más de 10.000 personas (-11,8%); actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento con 2.378 (-10,1%) e industria manufacturera que perdió más de 7.000 empleos.

El informe de ELA concluye que, según la EPA, se destruyeron 13.200 empleos en la CAV y 9.300 en Nafarroa, un total de 22.500 empleos, pero, tal y como añadió, «estas cifras no se corresponden con la realidad, ya que los ERTE han amortiguaron la disminución del empleo».

Las mujeres más perjudicadas

También las mujeres trabajadoras fueron «las más perjudicadas». Concretamente, teniendo en cuenta que la tasa de temporalidad fue del 25,3% en Nafarroa y del 22,6% en la CAV, esta tasa también «tuvo un mayor impacto en las mujeres», ya que afectó a casi un tercio de los contratos en Nafarroa (31,1%) y a un 26% en el mercado laboral de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Por su parte, entre los hombres, este porcentaje se redujo al 19% en ambas realidades administrativas. Por lo tanto, tal y como señaló Zabala, «las mujeres sufren más la temporalidad y, también, los efectos que esta tiene».

Además, el análisis aporta «un dato significativo». La diferencia entre los contratos a tiempo parcial «es notable» entre hombres y mujeres. Según datos de 2020, solo el 5,8% de los hombres tuvo un contrato a tiempo parcial y una de cada cuatro mujeres (26%) tuvo un contrato de este tipo, es decir, «una tasa cinco veces superior», denunció el componente del gabinete de estudios de ELA.