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Biden afronta un récord histórico de llegada de menores migrantes a EEUU

La Administración Biden enfrenta un récord histórico con la llegada en marzo a la frontera de EEUU de 18.890 menores migrantes no acompañados, la cifra máxima para un solo mes desde 2009. El número de detenciones de sin papeles registró su máximo en 20 años.

La llegada de migrantes a la frontera sur de EEUU, puerta de entrada al país para quienes quieren llegar desde México, se disparó en marzo, según el último informe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB), que indica que el Gobierno de Joe Biden afronta un récord histórico respecto a los menores no acompañados, con 18.890 llegadas. Según sus datos, la cifra de menores interceptados en marzo dobla el total de febrero, cuando la CPB detuvo 9.271 niños.

El dato confirma que el sistema de procesamiento de la Patrulla Fronteriza está lidiando con una situación compleja agravada por la pandemia, tal y como has admitido Washington y las organizaciones que defienden los derechos de las personas migrantes, y que apenas es comparable con la que afrontó su antecesor, Donald Trump.

En marzo de 2019, bajo el Gobierno de Trump, 11.475 menores fueron detenidos en la frontera con México, desde donde atravesaron hasta suelo estadounidense en ese mes 132.856 migrantes sin papeles. Trump calificó la situación de «crisis».

El Gobierno de Biden prefiere no hablar de crisis en un momento en el que está soportando la presión de organizaciones de ayuda a inmigrantes y de líderes republicanos que cuestionan la política de Biden.

Máximo mensual de arrestos

Pero las cifras de la CBP de marzo revelan que los arrestos de migrantes sin papeles en la frontera con México alcanzaron su mayor nivel mensual en 20 años, cuando se arrestó a 170.580 personas.

El mes pasado, agentes fronterizos interceptaron a 172.331 personas en el linde, un aumento del 70,6% respecto al total de 101.028 de febrero, según los datos actualizados ayer por la CBP.

Ese récord inédito en dos décadas, sumado al máximo histórico en la llegada de menores no acompañados, aumenta la presión sobre el Gobierno de Biden, cuyo secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, visitó por tercera vez la frontera sur.

La migración de menores ha sido, sin embargo, una preocupación para las recientes administraciones estadounidense.

En junio de 2014, Barack Obama contabilizó 10.620 menores que llegaron a la frontera en pleno auge de la crisis migratoria que ocupó ese año a su Gobierno.

Esta vez, la opinión pública está sensibilizada frente a la situación de los migrantes menores de edad, especialmente después de la política de tolerancia cero, bajo la cual se amparó Trump para separar a los niños de sus padres arrestados en la frontera.

También siguen en la mente de los estadounidenses las denuncias sobre las precarias condiciones de los menores en los centros de detención a los que eran enviados durante el mandato de Trump.

Justo esta semana el vídeo de un niño nicaragüense de diez años abandonado en la frontera y que lloraba desconsolado en busca de ayuda cuando fue hallado por la Patrulla Fronteriza evidenció la gravedad de la situación a la que se exponen los menores en su intento por alcanzar suelo estadounidense.

La Administración Biden ha achacado este incremento a una tendencia estacional y «a razones que incluyen violencia, desastres naturales, inseguridad alimentaria y pobreza en México y los países del Triángulo Norte de Centroamérica», según la CPB.

Sin embargo, los republicanos aseguran que ese aumento se debe a los cambios en las políticas migratorias propuestas por Biden desde su llegada a la Casa Blanca.