Natxo MATXIN
DERBI DE SAN MAMÉS

El Athletic baja sin los titulares y el Alavés mejora sus prestaciones

Leones y babazorros sellan un empate que sin dejar plenamente satisfechas a ambas escuadras, sí que puede saber mejor a los segundos, ávidos de sumar para salir del pozo. La llegada al banquillo de Calleja ha mejorado las sensaciones albiazules, mientras que en los rojiblancos ha quedado patente la diferencia entre titulares y suplentes.

ATHLETIC 0

ALAVÉS 0


Dos cuestiones quedaron claras en el derbi entre Athletic y Alavés disputado en San Mamés. Que el cuadro rojiblanco baja sensiblemente su rendimiento si prescinde de sus titulares y que el conjunto albiazul parece haber mejorado, al menos en cuanto a sensaciones y prestaciones, con la llegada de Javi Calleja a su banquillo.

Y en algo coincidieron ambos. La nula capacidad para perforar la meta rival, al menos en jugada legal. Porque al Alavés se le invalidaron dos dianas –una en cada parte–, aunque de manera correcta, por sendos fueras de juego, en el primero de ellos con actuación determinante del VAR. Y porque el Athletic se topó con un extraordinario Pacheco, que paró todo y fue uno de los artífices del punto de su equipo.

El duelo transcurrió a oleadas, con dominio alterno y también ciclotimia en su ritmo, acelerado durante algunas fases y espeso en muchas otras, con demasiadas faltas en el haber de uno y otro equipo. Bisoñez por el lado local y miedo a perder por el visitante dieron lugar a esa contrapuesta dinámica, con opciones por ambos bandos, incapacitados para materializarlas.

Marcelino obró en su once la revolución que se esperaba el miércoles –la novedad más reseñable fue ver a Balenziaga actuar como central izquierdo–, mientras que Calleja recuperó para la causa a Lucas Pérez, quien tuvo sus momentos cuando cayó al costado izquierdo, pero dejó en el banquillo a otrora indiscutibles, como Laguardia.

Fue el Alavés quien mejor saltó al césped, con un Joselu que ya empalmó arriba al cuarto minuto de juego, pero el Athletic recobró pronto la compostura y se hizo dueño del encuentro durante la siguiente media hora. Un tramo en el que pudo inaugurar el marcador con una doble oportunidad de un individualista Morcillo, que en la segunda estrelló el cuero en el travesaño, junto a un mano a mano de Sancet con Pacheco, del que el cancerbero extremeño salió victorioso. Y no iba a ser el último de la contienda.

El agujero en la zaga albiazul era tan considerable que Calleja se vio obligado a actuar, cambiando de lado a sus laterales, ubicando a Ximo Navarro en el lado diestro para contener la hemorragia.

Intervención del VAR

Transcurrida esa fase, el Alavés se serenó, juntó sus líneas, ocupó mejor los espacios y comenzó a triangular con criterio, sin peligrosas pérdidas en la línea de tres cuartos. Ello le permitió llegar con mejores sensaciones al final del primer tiempo e incluso casi cobrar ventaja antes del descanso.

El VAR impidió la alegría babazorra completa cuando, tras celebrar un magnífico testarazo de Joselu que se coló por la escuadra después de centro de Pina en el minuto 44, detectó que en el origen de la jugada había fuera de juego de Lucas Pérez. Por unas causas u otras, Athletic y Alavés se marcharon a vestuarios con la sensación de no haber aprovechado sus opciones.

El duelo bajó muchos enteros en el inicio de la segunda mitad, si bien en ese intervalo la tendencia favorable albiazul se mantuvo. No en vano, a los albiazules se les volvió a anular otra diana, bien por mano previa de Tachi o por fuera de juego de Lejeune al rematar, no quedó muy claro.

A la vista del panorama, a Marcelino se le acabó agotando la paciencia con su equipo B. Decidió un triple cambio dando entrada a Dani García, Muniain y Williams, y el equipo lo notó ipso facto. Más aún cuando, seis minutos después, no le gustó la actitud de Sancet y Morcillo en un ataque, reemplazándolos de inmediato por Raúl García y Berenguer, respectivamente.

Pacheco frena al Athletic

Con cinco titulares frescos sobre el verde, el encuentro cambió de dueño y la escuadra rojiblanca dispuso de dos grandes ocasiones para llevarse los tres puntos en el tramo final del derbi. Núñez peinó una falta lateral botada con mucha fuerza y colocación por Muniain en el 83 y Berenguer se encontró solo dentro del área rival tras pase vertical de Williams. En ambos casos, el resultado fue el mismo. Un ágil y experimentado Pacheco negó el gol al Athletic con sus sobresalientes intervenciones.

La única réplica visitante llegó de las botas de Joselu, el más incisivo por el ataque alavesista, pero su disparo a la media vuelta se topó con el cuerpo de un defensor rojiblanco, lo que frenó la velocidad del cuero y lo convirtió en una pelota mansa para los guantes de Unai Simón. A la postre, ambos conjuntos vascos firmaron unas tablas que no satisfacen plenamente a ninguno de los dos, pero que permiten del lado babazorro sumar un punto en su milagroso camino hacia la salvación.

Marcelino y Calleja no se quedan con las mismas sensaciones

Marcelino García Toral y Javi Calleja no se quedaron con las mismas sensaciones después del empate cosechado por sus pupilos en San Mamés. Al técnico asturiano solo le gustó un tramo del primer tiempo y lamentó la falta de acierto de los suyos, mientras que el madrileño se mostró bastante satisfecho por el punto logrado «en un campo complicado» y la imagen dejada por el equipo babazorro.

Marcelino destacó que lo mejor que ofreció su equipo fueron «los primeros 35 minutos», en los que consideró que «lo normal hubiese sido» tomar ventaja en el marcador, «incluso por más de un gol». «Pero cuando no transformas las ocasiones, el fútbol se iguala y el rival va cogiendo moral, aunque con tantos cambios en el once es difícil jugar un partido redondo mucho tiempo», admitió el técnico, a quien no le gustó «lo discontinuos» que fueron sus futbolistas «entre el minuto 35 y el 70».

«Me gusta que el equipo no haya tenido un error individual que nos haya penalizado y no haber encajado. El rival nos hizo muy poco. Y en el apartado ofensivo, me gusta la cantidad de ocasiones que generamos. Y me duele que no las hayamos transformado», explicó.

Tras este empate, el cuarto consecutivo y el séptimo en las últimas once jornadas, Marcelino admitió que el Athletic tiene «muy difícil» alcanzar la zona europea y lo achacó al desgaste acumulado en los últimos meses con la Supercopa, la Copa de este año y la preparación de la final de Copa de la pasada edición. «Para jugar una Supercopa, jugar una final, clasificarnos para otra y a la vez meternos en Europa remontando ahora mismo, aunque tenemos la ilusión y la ambición, no disponemos del potencial suficiente para todo», asumió.

Por su parte, Calleja acabó «muy contento» con el empate y por haber sumado así un punto que consideró «positivo» y al que le otorgó «mucha importancia» en la pelea por la permanencia. «En líneas generales, he visto a un equipo valiente, que quiere y que va asimilando conceptos. El camino está claro. No bajar los brazos, pelear e ir añadiendo más variantes y riqueza al juego», explicó el míster albiazul.

Consideró que el empate fue «justo» y se mostró optimista de cara al futuro por «las sensaciones» que le transmitió su equipo después de apenas cuatro entrenamientos. «Llevamos muy poco tiempo y se irán asimilando más conceptos y dando más importancia al balón para tener más iniciativa, como se ha visto hoy en algunas fases del partido. Hemos dado la talla. Ha sido un gran encuentro y lo que hemos trabajado durante la semana se ha visto en el campo. Este punto nos hace seguir dependiendo de nosotros», resaltó el preparador madrileño.GARA