Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

La puntilla en cincuenta minutos

El Eibar encaja la mayor goleada de la temporada en un partido que empezóbien pero se torció en dos minutos, justo antes del descanso.

ATLÉTICO DE MADRID 5

EIBAR 0


El Eibar necesitaba puntos y ánimo y se llevó la puntilla ante un Atlético que sí encontró justo lo que buscaba: un rival que, pese a las dificultades que le planteó durante cuarenta buenos minutos, se hundió al primer golpe, permitiéndole celebrar una goleada que acaba con sus dudas. Todas las del mundo torturan a los azulgranas, que vieron cómo su tercera derrota consecutiva se convertía, además, en la más contundente de la temporada. La consecuencia es evidente, con un jornada menos por delante, siguen en el fondo de la clasificación, aunque la distancia con la salvación se congela en cuatro puntos.

El partido empezó con sorpresas. Y no pocas. Bien en búsqueda de soluciones, bien por lo cargado de la semana y la precaria situación de la plantilla, José Luis Mendilibar dio una nueva vuelta de tuerca y alineó un once con cinco novedades, que incluía la presencia de dos jugadores del filial: Miguel Ángel Atienza y Unai Dufur. El navarro debutaba así en Primera tras haber jugado ya en Copa. También regresaban al once Dmitrovic, Kevin, para jugar esta vez en el extremo izquierdo, y Burgos, que no tenía minutos desde hacía seis jornadas.

No le fue mal de inicio con los cambios a un Eibar que firmó cuarenta minutos muy serios. Aunque el primer disparo entre los tres palos fue del Atlético –nada menos que en el 34–, se vio a los armeros tan o más cerca del área rival como su anfitrión. Nada del otro mundo pero viendo su trayectoria y situación, un par de acciones con Pozo, Kevin y Aleix como protagonistas, unidas al ejercicio de solidaridad y concentración que le permitieron maniatar a su rival, parecían ya un triunfo e incluso invitaban a pensar en la posibilidad de regresar a casa con un resultado positivo.

Todo se torció a cuatro minutos del descanso, cuando Correa marcó en un córner, solo en el segundo palo. Ahí se le notaron las urgencias y la presión al Eibar, que no fue capaz de mantener la calma y sólo dos minutos después encajaba el segundo.

Los locales también regresaron mejor de vestuarios y en menos de diez minutos marcaron otros dos goles, al que se les sumaría el quinto mediada la segunda parte, ante un Eibar noqueado, incapaz ya de parecerse mínimamente al que tan buenas sensaciones ofreció mientras duró el empate.

Mendilibar lamenta la «debilidad mental»

«Hemos demostrado que mentalmente somos débiles –lamentó José Luis Mendilibar tras el choque–. Los cuarenta minutos han sido buenos, serios, pero tras el gol pensamos más en el gol que hemos recibido que en lo que tenemos que hacer».

«Hemos bajado los brazos», añadió el técnico, que cree que todavía hay tiempo y puntos para lograr el objetivo pero cree imprescindible «darnos cuenta de que depende de nosotros y de que tenemos que ser fuertes» y «competir bien». A.U.L.