ALAVÉS 1

HUESCA 0

Battaglia significa batalla en italiano, y como si fuese el destino de la vida, esa fue la herramienta que utilizó el Glorioso para asomarse a la salvación, una salvación que estará bastante pareja, como ya se presuponía desde hace bastantes semanas. Y es que el Alavés sale del descenso al empatar a 27 puntos con Valladolid (con un partido menos, visitará San Mamés el día 18) y el propio Huesca, la víctima del equipo albiazul dirigido por un Javi Calleja que ha logrado aterrizar de pie en Gasteiz. 

No es que el madrileño haya convertido el juego del Alavés en algo entretenido, eso sería mucho pedir, pero sí ha conseguido devolver el espíritu batallador a un equipo que estaba agonizando por las sensaciones que mostraba en el verde acompañados por los rumores que no tenían nada que ver con el fútbol. Unos rumores que vinieron seguidos por la suplencia de Lucas, el jugador más talentoso del equipo. Con la llegada de Calleja, el gallego ha sido titular en los últimos dos partidos, así como un Peleteiro que había perdido protagonismo y un Battaglia que estuvo fuera del once titular durante varias semanas. Precisamente, el Glorioso batallador consiguió sumar un nuevo triunfo tras ocho jornadas sin ganar (más de dos meses después) con un buen zapatazo de Battaglia (de significado batalla, recuerden) a falta de cinco minutos para el final.

Alavés y Huesca protagonizaron un envite sin apenas ocasiones claras y el acierto del argentino terminó por romper la igualdad. Cierto es también que en esta victoria tuvo mucho que ver el remate de Escriche que se estrelló en el larguero en el minuto 88. En el 0-0 de San Mamés fue Pacheco quien salvó el punto y en el caso de ayer, el ímpetu y tener la victoria entre ceja y ceja fueron los ingredientes principales para ganar.