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El Przewalski simboliza la nueva vida en Chernóbil

Con el tiempo, la naturaleza ha reconquistado el terreno arrasado hace 35 años –el lunes se cumple el aniversario– por la catástrofe nuclear en Chernóbil. En la reserva natural creada hace cinco años, el caballo Przewalski se ha convertido en el símbolo de la nueva vida en la zona de exclusión. Más de 2.200 km2 en el norte de Ucrania y 2.600 km2 en el sur de Bielorrusia son regiones no aptas para la vida humana, pero allí proliferan animales salvajes y el más exótico de ellos es el Przewalski, el último caballo salvaje en el mundo, más pequeño que sus congéneres domesticados, pero fuerte y resistente. Desapareció de su hábitat natural en Asia a mediados del siglo XX, pero los esfuerzos de los científicos han permitido recuperar la especie a partir de una docena de animales que vivían en zoológicos y su población es hoy de unos 2.700 individuos. En 1998, una treintena fue liberada en Chernóbil en el marco de un experimento científico para reintroducir en esta zona una especie de caballo similar al autóctono extinguido. Ahora, el 8% de la población mundial está allí. Un arca de Noé.