La Coalición de la Esperanza, alianza política para las elecciones de 2022, pidió ayer al presidente colombiano, Iván Duque, un diálogo «genuino, directo y eficaz» con los organizadores de las protestas para hallar soluciones al descontento social que reina desde hace 10 días en las calles del país, y en cuya represión han muerto más de 30 personas.

Humberto de la Calle, precandidato presidencial, puntualizó que acudieron a la reunión con el presidente sin el propósito de «sustituir a quienes han enarbolado la bandera de la inconformidad».

El presidente comenzó el jueves estas reuniones con líderes de los partidos aliados de su Gobierno, y representantes de organizaciones sociales, pero no ha convocado todavía a los dirigentes del Comité del Paro, ni a otras organizaciones que están liderando las protestas.

El Comité Nacional de Paro accedió a mantener el diálogo, pero insistió en la negociación del Pliego de Emergencia y señaló que el paro se mantendrá al menos hasta que se celebre el encuentro.

Además de las demandas originales, ahora la más urgente es el cese de la represión y aclarar las responsabilidades de las muertes y de las agresiones.

En las protestas del jueves se volvieron a repetir los actos de violencia. En Cali policías vestidos de civil dispararon a los manifestantes desde un camión. En Bogotá también hubo bloqueos y concentraciones en las que de nuevo intervino el cuestionado Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

Ayer en una movilización de indígenas Misak, fue derribada la estatua del fundador de Bogotá, el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada.