Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Fruto

Hoy hace 40 años la izquierda asaltaba el Elíseo. Aquel 10 de mayo de 1981 Mitterrand provocó un terremoto con un viraje social que se manifestó en la nacionalización de bancos y grandes empresas, en la jubilación a los 60, en la semana laboral de 39 horas, en el Impuesto sobre las Grandes Fortunas, en la abolición de la pena capital y del delito de homosexualidad, en la oficialización de las radios libres como Euskal Irratiak y, entre otros avances, en el primer contrato estatal con una pequeña red de escuelas de nombre Seaska que llamaría poco después a acercarse al lago de Senpere a solidarizarse con su sistema inmersivo. Nacía Herri Urrats, que ha venido siendo el pulmón económico de las ikastolas de Lapurdi, Behe Nafarroa y Zuberoa. El año pasado se aguantó el aliento pensando en septiembre, pero finalmente no pudo ser. Y este año, ayer, Senpere tampoco.

Y mientras en París se desvanecen como polvo los logros de aquella izquierda, hoy deshecha y marchita, aquí se trabaja ya en organizar la solidaridad de otra manera, gracias a la clarividencia de, entre otros, Mixel Berhokohirigoin, que supo pastorear desde sus prados una Euskal Herria rural, solidaria y euskaldun. Que la tierra que con tanto compromiso labró durante tantos años le sea leve. Se va dejando fruto.