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GASTEIZ

El comité de Tubacex insta a «evitar una quiebra total» de Aiaraldea

El comité de empresa de Tubacex trasladó al Parlamento de Gasteiz la necesidad de «tratar de evitar una quiebra total» de Aiaraldea apostando por el tejido industrial y trabajando en la defensa del empleo, ya que «existe riesgo de deslocalización» a Cantabria «en un futuro no muy lejano». Se quejaron de las actuaciones de la Ertzaintza.

La Comisión de Trabajo y Empleo del Parlamento de Gasteiz conoció ayer de primera mano la situación en la que se encuentra la plantilla de Tubacex, que ayer cumplió 90 días en huelga en contra del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en las plantas de Laudio y Amurrio.

Los portavoz del comité de empresa Eduardo Ibernia y Joseba Terreros explicaron que el 100% de la plantilla se encuentra en huelga indefinida, iniciada el pasado 11 de febrero, para rechazar el ajuste de empleo en la compañía con 150 eventuales menos y la ejecución de 94 despidos forzosos, a los que suman 12 prejubilaciones y 22 salidas por bajas voluntarias incentivadas. Tras insistir en que la situación de la empresa es «coyuntural», derivada de la situación de crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, declararon que se hallan en una situación de «incertidumbre» porque todavía no conocen la fecha del juicio por el ERE.

Relataron que la empresa les ha trasladado que muchos de los 128 puestos que desaparecen con el ERE «se subcontratan, no con el mismo número de personas, pero sí la realización de funciones que son necesarias para seguir funcionando. Estamos muy preocupados porque en términos generales, perdemos ya a 300 personas en nuestra organización, cuando internamente sabemos que para hacer una producción normal estas personas son necesarias. Esto nos hace ser pesimistas en cuanto al futuro de esta empresa en la comarca».

Apuesta por el tejido industrial

Trasladaron, por ello, a los grupos la necesidad de «tratar de evitar una quiebra total» de Aiaraldea y seguir apostando por el tejido industrial de esta zona de Araba. «No se trata de una deslocalización a India, Austria o Italia, donde hay empresas del grupo, sino a otras más cerca que están en Cantabria».

Ibernia y Terreros también dieron cuenta del trato recibido por la Ertzaintza y mostraron su queja por las cargas contra los trabajadores, tanto en las entradas de la fábrica como a las puertas del propio Parlamento; actuaciones que esperan «no se vuelvan a repetir».

«Somos clase obrera y estamos sufriendo un trato como si fuéramos auténticos delincuentes», denunciaron antes de apostillar que «en ningún momento se ha tratado de buscar un conflicto ajeno a la defensa de nuestros puestos de trabajo».

Denunciaron, además, los cacheos sufridos para acceder a las reuniones del comité intercentros, ejemplo claro de cómo se desarrolla el proceso negociador. «Así queda perfectamente reflejada la negociación que hemos llevado a cabo y las condiciones en las que se ha dado».

Finalizaron agradeciendo la solidaridad recibida.