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El AAIún

Activista saharaui denuncia haber sido violada por efectivos marroquíes

La activista saharaui Sultana Khayya, en arresto domiciliario sin orden judicial desde noviembre y constantemente acosada por las fuerzas de ocupación y colonos marroquíes, ha denunciado que tanto ella como su hermana fueron violadas con palos y tubos por paramilitares que allanaron su vivienda. Su madre, de 84 años de edad, fue agredida.

«Nos violaron con palos, nos violaron con tubos que nos introdujeron. Me pegaron por todo el cuerpo, patadas y golpes en el ojo. Me taparon la boca, no podía respirar. Me agarraron las manos», relató la activista saharaui Sultana Khayya en un vídeo compartido en las redes sociales por la organización Equipe Media, galardonada en el Estado español por su defensa de los derechos humanos.

Khayya se encuentra bajo arresto domiciliario sin orden judicial desde el pasado mes de noviembre y tanto ella como su hermana Azza son constantemente acosadas por las fuerzas de ocupación y colonos marroquíes.

En un segundo vídeo al que tuvo acceso Efe, la activista mostró su casa con los muebles y pertenencias por el suelo y aseguró entre sollozos: «Me cogieron y me hicieron de todo y se lo hicieron a mi hermana Azza, estamos completamente rotas y destrozadas».

Su madre, de 84 años de edad, también sufrió agresiones físicas, reveló la presidenta de la Liga Saharaui para la Defensa los Derechos Humanos y en Contra del Expolio de los Recursos Naturales.

De acuerdo con Equipe Media, las fuerzas de ocupación marroquíes allanaron el lunes la casa de Khayya, en la ciudad de Boujador, y secuestraron al presidente del Colectivo de los Defensores Saharauis de Derechos Humanos (Codesa), Babozid Lbaihi, y a los activistas Salek Baber y Khalid Boufraioua, que fueron torturados y abandonados en el desierto, a 120 kilómetros de distancia.

«Testimonio desgarrador»

El Intergrupo de Solidaridad con el Sahara de Parlamento Europeo, del cual forma parte el eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena, mantuvo ayer una videoconferencia con Khayya, en la que la activista saharaui relató las agresiones contra ella y su familia por parte de las fuerzas marroquíes.

«Sultana Khayya denuncia el asalto de su casa por la policía marroquí, violaron a ella y a su hermana y se llevaron detenida a su madre. Un testimonio desgarrador», escribió Barrena en Twitter. Estas nuevas agresiones coincidieron con el 48º aniversario de la creación del Frente Polisario, que desde hace casi medio siglo lucha por la autodeterminación de la antigua colonia española ocupada por Marruecos en noviembre de 1975.

Protesta pacífica

Organizaciones no gubernamentales saharuis denunciaron el martes una «oleada» de represión con arrestos y abusos físicos en los territorios ocupados por Marruecos en la antigua colonia española del Sahara Occidental, que vinculan a la decisión de enarbolar la bandera saharaui en balcones, ventanas y tejados como forma pacífica de protesta contra la ocupación.

La situación es de máxima tensión desde que el pasado 13 de octubre fuerzas armadas marroquíes irrumpieran en el paso fronterizo de Guerguerat, que separa Mauritania de las zonas ocupadas por Marruecos en el Sahara Occidental.

La operación desalojó a un nutrido grupo de saharauis que habían acampado en la pista para interrumpir un tránsito de mercancías por la zona, que el Frente Polisario denuncia como ilegal, y exigir la salida de las tropas marroquíes.

Apenas 24 horas después de aquella operación militar, el secretario general del Frente Polisario y presidente de RASD, Brahim Ghali, aseguró que suponía una violación del alto el fuego y consideró rota la tregua firmada en 1991.

«La guerra ha comenzado. Marruecos ha liquidado el alto el fuego», afirmó entonces el responsable diplomático del Polisario, Mohamed Salem Ould Salek.

La tensión se agravó aún más después de que la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump reconociera el Sahara Occidental como parte de Marruecos de manera simultánea a que Rabat reconociera el Estado de Israel.