Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

Ipar Euskal Herria elige representantes en los consejos departamental y regional

Mañana se celebrará la primera vuelta de las elecciones departamentales y regionales en Ipar Euskal Herria y el 27 de junio se completará la designación de los representantes de los tres territorios vascos tanto en el Consejo Departamental de Pau como en el Consejo regional de Nueva Aquitania, con sede en Burdeos.

Los electores inscritos para votar en las elecciones departamentales y regionales tienen una primera cita con las urnas mañana, 20 de junio, y serán solicitados para depositar de nuevo el voto el domingo día 27.

La pandemia ha alterado casi todos los planes y ha afectado también al calendario electoral, con el resultado insólito de que dos escrutinios se solapen en una convocatoria electoral a las puertas del periodo vacacional.

Sobre la elección departamental cabe apuntar a la contradicción que acompaña a ese escrutinio. De hecho, se elige al «Parlamento» de una institución que engloba a dos territorios obligados a compartir esa casa común, como son Euskal Herria y Biarno. Sin embargo, al tomar como distrito electoral el cantón, esa elección permite proyectar un mapa político y, por tanto, extraer lecturas a escala de Ipar Euskal Herria.

Y es que la suma de los doce cantones vascos en los que se votará en esos dos domingos sucesivos –Angelu, Baiona-1, Baiona-2, Baiona-3, Biarritz, Bidaxunerria-Amikuze-Oztibarre, Errobi-Aturri, Donibane Lohizune, Hendaia-Hegoko Euskal Itsasbazterra, Baigura-Mondarrain, Euskal Mendialdea y Uztaritze-Errobi-Urdazuri ibarrak– perfila el territorio del norte vasco o, en clave institucional, el contorno de la Mancomunidad Vasca cuyos miembros, paradójicamente, no son elegidos por sufragio universal directo.

En el ámbito del departamento de Pirineos Atlánticos en estos comicios se elegirá a los 54 representantes que integran su Consejo, con sede en Pau. Esa elección toma como referencia global a los 27 cantones en que se trocea el departamento, de los que una docena se sitúa, como se ha explicado, en Ipar Euskal Herria, lo que hace que Biarno disponga siempre de mayor peso político en la institución que preside el centrista Jean-Jacques Lasserre.

54 binomios de candidatos concurrirán a estas elecciones en el marco territorial de Ipar Euskal Herria. En las anteriores elecciones, celebradas en 2015, fueron 76 los tándems de aspirantes a ocupar un escaño en el consejo departamental.

Hay distintas explicaciones a esa bajada de listas, pero la decisión del centro-derecha de arriesgar lo menos posible y constituir una candidatura, bautizada como Mayoría Departamental, es una de ellas.

De la alianza de Forces64 se pasa a una plataforma ampliada que aglutinará a MoDem, el partido del veterano político de Bidaxune, a Les Républicains (LR), a la République en Marche (LREM) y a la UDI (Unión de Demócratas e Independientes).

De la suma del centro-derecha departamental a la resta de la izquierda de obediencia estatal. El PS ha pasado de encabezar el Gobierno de Pau, con Gauche64, en 2010, a no ser visible en el conjunto territorial en 2021.

A falta de ejercer de sigla tractora y sin una alianza global para los doce cantones, el PS, su escisión Génération.s, y los ecologistas han ido componiendo acuerdos y lidiado con desavenencias cantón a cantón. Y ya en la parte roja de la tabla, France Insoumise y PCF se han dado, donde han podido, la espalda.

Especificidad vasca

Un mosaico de siglas y, sobre todo, de personalidades en el espectro progresista, de izquierda y ecologista frente a una candidatura de concentración, la del centro-derecha, que permite reivindicar la gestión, por más que chirríen las ruedas en la agenda vasca. De hecho, esa Mayoría Departamental acoge por igual a quienes no secundan la institucionalización en Ipar Euskal Herria –el propio Lasserre– como a quienes han remado a favor –la UDI de Jean-René Etchegaray–; esa suma XXL ampara al partido que ataca desde París al sistema de inmersión en euskara –LREM– como a quienes, es el caso de Max Brisson y Maider Arosteguy, figuras destacadas de Les Républicains en Euskal Herria, bajaron a las calles para denunciar el fallo del Constitucional contra la Ley Molac.

Sin embargo, la del domingo no será una disputa a dos, entre un polo progresista y otro conservador, siguiendo el esquema hexagonal, ni siquiera será un baile a tres, aunque no cabe banalizar que la ultraderecha de Rassemblement National (RN) disponga de candidatos en once de los doce cantones vascos.

A la vista de su avance en las elecciones municipales de 2020, y si se mantiene la tónica de 2015, cuando las parejas de candidatos de Euskal Herria Bai superaron en cinco cantones la marca del 12,5% de los votos que permite pasar a segunda vuelta, será la sigla abertzale, ecologista y de izquierda la que se reivindicará como alternativa de país.

RN, ¿partido de primera vuelta o amenaza real para Rousset?

Distintos sondeos sitúan a la ultraderecha como primera fuerza en seis de las trece regiones en que se divide el Hexágono, e incluyen en el listado a la Región de Nueva Aquitania, cuyo futuro consejo (183 miembros) empezarán a perfilar este domingo los electores de los doce departamentos de los que se compone esa macrorregión. Entre ellos figuran los inscritos para votar en el Departamento de Pirineos Atlánticos –que designa 21 escaños– y, por tanto, los votantes de Nafarroa Beherea, Lapurdi y Zuberoa.

A la candidata de RN, Edwige Diaz, las últimas encuestas le atribuyen un 27% de intención de voto frente al 25% del socialista Alain Rousset, que busca un quinto mandato al frente de la institución con sede en Burdeos.

El sistema a doble vuelta ha restringido hasta la fecha el acceso de la ultraderecha a responsabilidades institucionales aun cuando llega como la fuerza más votada en primera vuelta, ya que en la elección definitiva se activa un «pacto republicano» que, no obstante, atraviesa horas bajas.

En 2015, Rousset mejoró en más de siete puntos su resultado de la primera vuelta al cerrar coalición con los ecologistas y atraerse a electores de otras marcas de izquierda que, al quedar por debajo del 5% que permite fusionar listas, debieron conformarse con pedir el voto para el socialista en el escrutinio final.M.U.