Todos los indicadores de todos los herrialdes fueron favorables. Las incidencias bajan y los contagios diarios se parecen a los previos al arranque de la quinta ola, que vienen a ser los mejores que ha habido desde que arrancó la epidemia.

Nafarroa aprovechó esta ventana para ampliar horarios de hostelería (hasta las 2 de la madrugada y las 4.30 para discotecas), elevar los aforos de transporte público y reabrir bajo declaración responsable las bajeras donde se reúnen cuadrillas de jóvenes.

Esta última decisión es la más llamativa de las medidas, pues llega después de una serie de episodios violentos vinculados a botellones en plena calle, siendo particularmente molestos para el vecindario los que se han sucedido en Alde Zaharra de Iruñea.

A por los 60 casos

En cuanto a la CAV, la consejera Gotzone Sagardui se mostró esperanzada de poder, ahora sí, llegar a esa cota de los 60 casos de incidencia acumulada. Por el momento, está casi en el triple de ese objetivo y los efectos de la reapertura de los colegios y las costumbres y ritmos de vida habituales aún no se han visto.

Asimismo, la consejera apuntó que en las próximas dos semanas se podría alcanzar el hito del 90% de la población diana vacunada. A pesar de ello, las nuevas inoculaciones están muy limitadas y la tarea de los centros de vacunación pasa por dar segundas dosis.

En números brutos, hubo 158 casos nuevos. O sea, 15 veces menos que en el pico de la onda, alcanzado en julio. Los conocidos ayer son datos recabados el domingo, siempre inferiores a lo que se registra en días laborables.