EDITORIALA

Las eléctricas certifican que son las que mandan

El Gobierno español aprobó ayer un nuevo paquete de medidas para reducir el impacto de los altos precios de la electricidad en el recibo de las familias y de las empresas. Prorroga algunas disposiciones adoptadas anteriormente, como la rebaja del IVA al 10% y la suspensión del impuesto a la generación eléctrica, añade otras nuevas, como una reducción en el impuesto a la electricidad, y plantea algunos cambios para minorar las retribuciones que cobran algunos productores de electricidad.

Esta última medida sí afecta a los beneficios de las eléctricas, que respondieron con un alza de casi 20 euros en el precio de la luz para hoy, después de que ayer se registrara el segundo más alto de la serie. No se espera una ola de calor y tampoco hubo grandes cambios en el mercado del gas, con lo que ese alza dejó en evidencia la falsedad de las explicaciones oficiales. El precio se disparó porque las eléctricas dominan completamente un sistema de fijación de precios en cuyo diseño, dicho sea de paso, participó activamente también el PNV. Ese sistema no está en manos del mercado, sino de un oligopolio en el que el cartel formado por Endesa, Iberdrola y Naturgy controla más del 80% del consumo doméstico. El precio de la luz no lo fijan la oferta y la demanda, sino que se determina en los despachos. Por esa razón, cuando el Gobierno optó por reducir esos beneficios extraordinarios, las eléctricas los volvieron a subir utilizando las palancas que controlan. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, pidió a las eléctricas que entiendan que son medidas excepcionales. La rápida respuesta en forma de subida de casi 20 euros reafirma que lo único que han entendido es que sus beneficios son intocables e importan más que el bien común.

Ayer quedó demostrado que los parches no funcionan. Las eléctricas dejaron en ridículo al Gobierno de Pedro Sánchez. Bajar el precio de la electricidad solo será posible cuando se reduzca sustancialmente el poder del cartel de la luz, lo que pasa ineludiblemente por desmontar el actual sistema de fijación de precios.