Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

La intrepidez de la ignorancia

El jueves Mertxe Aizpurua, diputada de EH Bildu en el Congreso de Madrid, recordó al dramaturgo Alfonso Sastre destacando su valía intelectual y el «olvido oficial» con que fue «castigado por pensar diferente». Su intervención fue contestada por el diputado de C’s Guillermo Díaz, con la insolente zafiedad que suele acompañar a la ignorancia, o mejor dicho, al ignorante que se cree listo y tiene más soberbia que conocimiento, sobre todo, cuando intenta desprestigiar a pensadores de la utopía comunista que le superan en calidad humana y en el arte de pensar, como lo fue Sastre. Conocí a una persona que cada dos por tres hacía alarde de su racismo afirmando orgullosa que ella era racista. Lo peor era cuando pretendía explicar el porqué. Cada vez que lo hacía sus palabras sonaban como un trueno de inesperado fascismo. Aunque afirmaba ser progresista, su retahíla de tópicos y bulos xenófobos, muy próximos a la ultraderecha, reforzaba la idea de que, en realidad, lo que le ocurría es que era una ignorante. Lo mismo le ocurrió en el Congreso al señor Díaz. Siempre recordaré una frase muy sencilla que me repetían en el colegio donde estudié, «la ignorancia es atrevida». En un pasaje de su ensayo, “Los intelectuales y la utopía”, Sastre habla de la «intrepidez de la ignorancia» que, según afirmó el filosofo Jean Paul Sartre, suele ir acompañada de autoengaño y mala fe.