Amaia EREÑAGA
DONOSTIA

Zinemaldia plantea a las mujeres del audiovisual un código ético sobre premios honoríficos

Las asociaciones de mujeres del audiovisual pidieron ayer Zinemaldia que restituya los premios a la interpretación masculina y femenina. Lo hicieron en una jornada de trabajo celebrada durante la mañana, en la que el festival se comprometió a discutir un código ético sobre premios honoríficos, algo que estas consideraron «insuficiente».

En vísperas de que se dé a conocer esta noche el palmarés de la edición número 69 de Zinemaldia, en el que por primera vez desaparecerá la distinción por género en los premios de interpretación, y todavía con la “resaca” del último premio Donostia, ayer por la mañana se celebró en la sala K de Tabakalera una jornada de trabajo organizada por el propio festival y la asociación de mujeres profesionales del sector audiovisual y las artes escénicas (H)emen.

En representación del festival, José Luis Rebordinos, su director. Y junto con miembros de (H)emen participaron también en el debate colectivos que componen el Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual 50/50 para 2025 (GTI). En concreto, eran las asociaciones de mujeres de medios audiovisuales de Andalucía (AAMMA), Murcia (AMMA), Dona I Cinema del Pais Valencia, Dones Visuals (Associació Promotora de Dones Cineastes i de Mitjans Audiovisuals de Catalunya) y MIA, la Asociación de Mujeres de la industria de la animación, además de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales).

También estuvo involucrada en el proceso Trama, la coordinadora de Muestras y Festivales de cine, vídeo y multimedia realizados por mujeres.

Acuerdos y desacuerdos

El objetivo del encuentro de ayer, explicaron ambas partes, «reflexionar, debatir e intentar llegar a acuerdos sobre cuestiones relacionadas con la igualdad de género». Las asociaciones, de hecho, lo que pedían eran «medidas concretas para lograr igualdad y diversidad real tanto en San Sebastián como en el resto de festivales estatales».

Sí que hubo varios acuerdos, según explicaba el comunicado que dio a conocer Zinemaldia, aunque parece que no todos fueron completamente satisfactorios para la otra parte, según se deducía del comunicado posterior que remitieron también a los medios las asociaciones de mujeres cineastas.

Pese a todo, ambas partes sí que acordaron celebrar reuniones trimestrales durante todo el año, a tono con una filosofía de establecer un «diálogo constante y vinculante con las asociaciones».

Piden más representación

Entre lo acordado, destacaba el compromiso de Zinemaldia de aumentar y preservar la participación de películas dirigidas por mujeres en el Foro de Coproducción Europa-América Latina; Nest; el programa de residencias Ikusmira Berriak; y la sección New Directors, que reúne primeras y segundas obras de sus cineastas. «De este modo, se quiere asegurar la presencia de las profesionales mujeres en sus primeros pasos en la industria cinematográfica», explicaba el festival.

Las asociaciones de mujeres, por su parte, apuntaron que esto «es un punto de partida, aunque necesitará del diseño de acciones más ambiciosas para lograr una presencia realmente equitativa». En esta edición, por ejemplo, explicaron que la presencia media de directoras es de un 29%. «Esta cifra habla por sí sola de la infrarrepresentación», añadieron. «Actualmente los datos evidencian que, si tenemos en cuenta todos los roles profesionales en los equipos, el aumento anual de la presencia de las mujeres en el sector audiovisual es solo del 1%. Por tanto, habría que esperar al 2044 para llegar al 50% de participación. Un sesgo que aumenta considerablemente para las profesionales pertenecientes a colectivos minorizados. Así, y a este ritmo, la equidad real no se conseguiría hasta 2094».

En paralelo, en la reunión se acordó ampliar el informe de identificación de género del festival, incorporando nuevas categorías en 2022, y recogiendo los nuevos compromisos y su grado de cumplimiento en las siguientes ediciones.

Código ético

Destaca que la dirección del festival se comprometiese a discutir en los próximos meses un código ético respecto a los premios honoríficos... un paso que la otra parte valoró «positivamente» aunque la consideró «insuficiente». Apuntaron, en este sentido, que «el marco ético de los festivales debe ser socialmente responsable y contribuir a una sociedad libre de violencia. Los festivales no solo generan imaginario a través de las películas programadas, sino también a través de los premios y reconocimientos concedidos, dada su repercusión mediática y social. Por ello, es necesario ampliar el marco ético para que los premios honoríficos incluyan la perspectiva de género».

Asimismo, estas asociaciones trasladaron a la reunión que consideraban necesaria la restitución de los premios a la interpretación femenina y masculina; precisamente algo que cambiará esta noche. «En el contexto actual internacional, los datos sobre la participación de las actrices en roles protagonistas están muy lejos de ser paritarios. Además, la relevancia y profundidad de los personajes femeninos lamentablemente aún dista mucho de la de los personajes masculinos. Si a esto le sumamos que las películas escritas y dirigidas por guionistas y directoras tienen en un número muy elevado una protagonista femenina, esta decisión puede afectar al conjunto de reconocimientos de los films liderados por creadoras», explicaron.

Campion e «Ilargi guztiak»

A la espera a conocer el palmarés de la Sección Oficial, estos últimos días ya se han ido dando a conocer algunos de los premios paralelos de esta edición.

Ayer, por ejemplo, se entregó en Sebastiane al western “The power of the dog/ El poder del perro”, de la directora Jane Campion. Con este galardón, concedido por Gehitu (asociación de gays, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales de EH), se quiere reconocer el trabajo de una cineasta que «disecciona la masculinidad tóxica, incluso dentro del colectivo LGTBI. Nos hace replantear los conceptos de debilidad y fortaleza. En un tiempo en el que los discursos de odio están a la orden del día, el personaje principal desenmascara a los que optan por el pasado para obstaculizar al futuro».

Por su parte, “Ilargi Guztiak”, el segundo largometraje de Igor Legarreta, se llevó ayer el X Premio San Sebastian-Gipuzkoa Film Comission, un reconocimiento con el que premia cómo se refleja el paisaje y la cultura en el cine. El filme, que se proyectó en Zinemira, es una fábula fantástica sobre vampiros rodada en euskara. Por cierto, en el acto en el que se anunció este premio el productor Koldo Zuazua reivindicó en nombre del sector que, en aras a una mayor efectividad, en lugar de un Film Comission para cada herrialde, se cree una única entidad que englobe a Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa.

Y la directora madrileña Ainhoa Rodríguez, con su opera prima “Destello bravío”, se alzó también con el quinto Premio Dunia Ayaso que concede la Fundación SGAE para reconocer los trabajos cinematográficos más comprometidos con la figura femenina. “Destello Bravío” recupera la memoria de las mujeres de una pequeña localidad rural, suspendida en el tiempo y azotada por la despoblación. «Si todavía es necesario convocar un premio que ponga el acento en la mujer significa que todavía queda mucho por hacer. Ojalá en el futuro este premio no sea necesario», afirmó Rodríguez al recoger la distinción.

Besarkada sarietan ere genero bereizketa aztergai

Besarkada deitzen dira Euskal Aktoreen Batasunak (EAB) zinemaren, telebistaren eta antzerkiaren ataletan banatzen dituen sariak. Eta sari horietan ere, genero bereizketaren desagerpenaren inguruko eztabaida mahai gainean dago; hau da, EABk banatzen dituen sarietako alor bakoitzean, gizonezko eta emakumezko aktore onena saritu beharrean, aktore protagonista eta ez protagonista sarituko lirateke soilik. Proposamena oraindik onartzear dago. Batzar bakarrean sariak noiz eman ere erabakiko dute, agian ekainera atzeratuko dutelako ekitaldia.

Zinemaldiko sarietan aldaketa bera indarrean jarri ostean, bere kezka azaldu zuen EABk, baita hainbat aktorek ere. «Guk orduan berdintasunaren alde geundela esan genuen, baina ikusi beharko zela horrek zer ekarriko zuen. Izan ere, arazoa ez dira sariak, baizik eta ekoizpenetan emakume aktoreen ehunekoa, eta horrek ez dakigu zer eragin izan dezakeen. Askoz emakumezko hautagai gutxiago baitaude gizonezkoak baino. Oso zaila da jakitea zer gertatuko den, arazoa oinarrian dagoelako. Ez duzu gaitza konpontzen, sintoma baizik. Baina praktikan jarri arte ez dugu jakingo», argitu digu Eneko Olasagasti EABko idazkari nagusiak.A.E.