Los líderes europeos reunidos ayer en la cumbre de Bruselas siguieron divididos entre mostrar firmeza o extender la mano a Polonia, en conflicto con Bruselas por la independencia de la Justicia y la primacía del derecho europeo.

«No actuaremos bajo la presión del chantaje, (pero) estamos listos para el diálogo», declaró el jefe del Gobierno polaco, Mateusz Morawiecki, tras reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, antes del inicio de la cumbre.

Alemania se encuentra entre los que quieren evitar un enfrentamiento con Varsovia. «El litigio en cascada ante el Tribunal de Justicia de la UE no es una solución en términos del Estado de derecho», advirtió la canciller, Angela Merkel, quien también habló con Morawiecki.

Por su parte, Macron apeló a Varsovia a «entablar un diálogo con la Comisión para encontrar una solución compatible con nuestros principios y nuestras reglas comunes».

Varsovia ha estado en conflicto con Bruselas durante varios años por las reformas judiciales emprendidas por el gobernante Partido Conservador Nacionalista (PiS), acusado de socavar la independencia de los jueces.

Las tensiones se han incrementado desde una decisión del 7 de octubre del Tribunal Constitucional polaco, que declaró que ciertos artículos de los tratados europeos eran incompatibles con la Constitución polaca.

Bruselas lo consideró un ataque sin precedentes a la primacía del derecho europeo y a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE, pero también el ejemplo definitivo de la falta de independencia de la Justicia polaca con respecto al Ejecutivo.

Varsovia cuenta con el apoyo de Budapest en su enfrentamiento con la UE. «Hay una caza de brujas en Europa contra Polonia, los polacos tienen razón», declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, también cuestionado por Bruselas por el Estado de derecho.

Entre los partidarios de la mano dura y las sanciones, el líder neerlandés, Mark Rutte, consideró que «la independencia del sistema judicial polaco es un tema clave (...) y Polonia debe tomar las medidas necesarias. No es negociable».

En el mismo sentido, el primer ministro belga, Alexander De Croo, afirmó que «se ha cruzado una línea roja» con la sentencia del Tribunal polaco. «No debemos permitir menús a la carta. Polonia debe tomarse muy en serio las amenazas de sanciones financieras» en la UE, subrayó su homólogo austriaco Alexander Schallenberg.

Mientras el Parlamento Europeo presiona a la Comisión para que active de inmediato un nuevo mecanismo de suspensión de pagos de fondos europeos a países donde se advierten violaciones del Estado de derecho – apuntando tanto a Polonia como a Hungría–, los Estados miembros prefieren esperar la posición del Tribunal de Justicia de la UE sobre este reglamento antes de utilizarlo, para evitar una desautorización a posteriori que sería un duro revés para Bruselas, y no se espera una decisión del tribunal antes de fin de año o principios de 2022.

Bruselaren «moteltasuna» argindarraren prezioarekin

Pedro Sanchez Espainiako Gobernuko presidenteak Bruselak energia prezioen igoerari aurre egiteko neurri bateratuak hartzeko duen «moteltasuna» deitoratu zuen atzo. Europar Batasunean Gobernu espainiarra da argindarraren prezioa kontrolatzeko proposamenen burua, neurri bateratuak eskatuz estatukide bakoitzak ezar ditzakeenez gain. Gasaren baterako erosketa, kasu. Europar Batasuneko goi bilera hasi baino lehen Charles Michel Kontseiluko presidentearekin eta Ursula von der Leyen Batzordeko presidentearekin bildu zen Sanchez, eta, besteak beste, «azkartasun handiagoa» eskatu zien. Batzordeak kaleratutako komunikazioa «lehen urrats egokia» dela onartu zuen, baina haratago joatea nahi du. Batzordeak eskatutako txosten bat ezagutu ondoren, auzia abenduan berriro eztabaidatzeko eskatuko du Sanchezek. «Azkarrago joatea gustatuko litzaiguke, baina Bruselan pausoak nahiko genukeena baino erritmo motelagoan ematen dira», adierazi zuen.GARA