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PEKÍN

China advierte a EEUU por invitar a Taiwán a una cumbre sobre democracia

China mostró su indignación con la invitación por parte de Estados Unidos a Taiwán a una «cumbre por la democracia». Pekín advirtió a Washington de que «está jugando con fuego y acabará quemándose». También Rusia criticó la división entre países «buenos» y «malos».

El Gobierno chino mostró ayer su indignación por la invitación extendida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que Taiwán participe en la Cumbre por la Democracia que ha organizado para el mes que viene y advirtió de que Washington está «jugando con fuego» al tratar de reforzar lazos con un territorio de 23 millones de habitantes que la República Popular China reivindica como propio.

Más de un centenar de países están invitados a dicha cumbre, convocada para el 9 y el 10 de diciembre y Pekín no ha tardado en dejar claro su malestar con un foro al que, como se esperaba, no está invitado, instando a Washington a ceñirse a la doctrina de «Una sola China», en virtud de la cual Taiwán no es independiente sino parte de la misma nación.

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, aseguró que EEUU «está jugando con fuego con las fuerzas de la independencia de Taiwán y terminará quemándose». «Taiwán no tiene otro estatus en el derecho internacional que el de parte integral de China», insistió.

La portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, Zhu Fenglian, también afirmó que su Gobierno se opone a «cualquier interacción oficial entre Estados Unidos y la región china de Taiwán».

En las últimas semanas se han multiplicado los enfrentamientos entre Pekín y Washington sobre la suerte del territorio, que tiene su propio Gobierno, moneda y ejército.

Con la cumbre, Washington también ha provocado el enfado de Rusia, que tampoco está invitada.

«Estados Unidos prefiere crear nuevas líneas divisorias, dividir a los países en buenos, según ellos, y malos, según ellos», señaló el portavoz del Kremlin.

Biden, desde su llegada a la Casa Blanca, no ha dejado de agitar la lucha entre «democracias« y «autocracias», encarnada a sus ojos por China y Rusia, como eje de su política exterior.

La «cumbre por la democracia», un compromiso de campaña cuya primera versión tendrá lugar online antes de un encuentro presencial un año después, es uno de los pilares de esta prioridad.

India, a menudo descrita como «la mayor democracia del mundo», estará presente a pesar de las frecuentes críticas de los defensores de los derechos humanos contra su primer ministro, Narendra Modi. También lo estará Pakistán, a pesar de las vulneraciones de derechos humanos y de una relación accidentada con Washington.

Turquía, el aliado de Washington dentro de la OTAN, pero cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha sido descrito como un autócrata por Biden, tampoco se encuentra entre los países participantes. En Oriente Próximo, solo se ha invitado a Israel e Irak. Los tradicionales aliados árabes de los estadounidenses, Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, están ausentes. EEUU también ha invitado a Brasil, gobernado por el ultraderechista Jair Bolsonaro, y a Colombia.

En Europa, Polonia está representada, a pesar de las tensiones recurrentes con Bruselas por el respeto del estado de derecho, pero la Hungría de Viktor Orban no lo está.

En África, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica, Nigeria y Níger se encuentran entre los países invitados.

Estados Unidos, «democracia en regresión»

EEUU ha ingresado en la lista de «democracias en regresión» sobre todo debido a la degradación durante la segunda mitad de la presidencia de Donald Trump, según un informe anual sobre la democracia en el mundo de la organización intergubernamental International IDEA, que señala que más de una cuarta parte de la población mundial vive en una democracia menguante y casi el 70% en regímenes autoritarios o «híbridos», con una tendencia de degradación democrática que no ha cesado desde 2016. Su lista de democracias en declive ya incluía a India, Brasil, Filipinas y dos países de la UE: Polonia y Hungría. Este año ha agregado a Eslovenia. Aunque concede a EEUU ser «una democracia de alto nivel», relaciona el declive estadounidense con indicadores sobre «libertades civiles y controles gubernamentales» que estiman comenzó en 2019. International IDEA cita en particular el «punto de inflexión histórico» el cuestionamiento de la elección presidencial de noviembre de 2020 por parte de Trump y «el declive de las investigaciones del Congreso sobre la acción del presidente entre 2018 y 2020». GARA