El Tribunal Federal australiano confirmó ayer que Adriana Rivas, una agente de la dictadura de Augusto Pinochet acusada de la desaparición de siete personas en la década de 1970 en Chile, puede ser extraditada por los siete cargos de «secuestro agravado». El fallo deja a Rivas, de 68 años, solo una vía improbable de apelación ante el Tribunal Superior de Australia, al requerir «una venia especial» de los jueces.

Su extradición fue aprobada el 29 de octubre de 2020 por una corte local de Sídney y ratificada el 24 de junio por el Tribunal Federal.

Activistas chilenos con fotografías de las víctimas atribuidas a Rivas celebraron el fallo y leyeron el nombre de las siete personas desaparecidas.

Rivas, en prisión desde febrero de 2019, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la DINA, la policía secreta de Pinochet, donde fue secreta- ria de Manuel Contreras, máximo jefe de la unidad.

Chile pidió en 2018 su entrega por su presunta participación en 1976 en el «secuestro agravado» de Víctor Díaz, subsecretario del Partido Comunista. Las otras víctimas son Reinalda Pereira, Lincoyán Berríos, Fernando Navarro, Héctor Véliz, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz.

Rivas viajó en 1978 a Australia y regresó en 2006 a Chile, donde fue detenida, aunque escapó y volvió tres años más tarde a Australia.