El XV Congreso de ELA comenzó ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbo bajo el lema ‘Benetan garrantzitsuak diren gauzak. Aktibatu. Lortu. Zaindu’ y los 736 delegados que asisten aprobaron el informe de gestión, presentado su secretario general, Mitxel Lakuntza, y la secretaria general adjunta Amaia Muñoa. El Congreso se clausurará hoy con la reelección de Lakuntza como secretario general del sindicato.

El líder de ELA denunció en su intervención la existencia de un «capitalismo insostenible social, económica y medioambientalmente» y los actuales niveles de precariedad. Lakuntza señaló que ya se han puesto en marcha en esta lucha, con «logros» en los convenios firmados por el sindicato. Sin embargo, señaló que queda «un largo camino a recorrer» y consideró clave profundizar en «el reto de llevar la lucha contra la precariedad a las secciones sindicales porque es ineludible».

A su juicio, la huelga es un «instrumento imprescindible» para «hacer frente a la precariedad». Aseguró, así, que mucho de lo logrado en distintos sectores y empresas en los últimos años no se entendería sin el recurso a la huelga, y, en este sentido, recordó las huelga de residencias de Bizkaia y la de los centros concertados. «Algunos acuerdos son imposibles sin la huelga», constató Lakuntza.

En el transcurso de su intervención subrayó «alto y claro» que se necesita «una izquierda para la transformación». «Nos gustaría que Elkarrekin Podemos y EH Bildu hicieran otro tipo de política. Que defendieran un proyecto alternativo que coincidiera con nuestras reivindicaciones. Lamentablemente no es eso lo que estamos observando en el día a día», criticó.

Defendió que ELA aboga por la «transformación social» y también «feminista, ecologista y democrática». «Esa es nuestra opción, nuestra apuesta», agregó. Asimismo, defendió una transformación «democrática» para que «este país sea lo que quiera ser». Criticó que el Estado español ha seguido «erosionando el autogobierno vasco desde su lógica histórica». «Y continúa de forma unilateral con su curso de centralización, mientras que el lehendakari ve algo que nadie más que observa, que es la bilateralidad, él si lo ve y prefiere adormecerse que mantener vivo el pulso nacional de este país», añadió.

Lakuntza reconoció que han podido «avanzar muy poco» en esta agenda pero cree que es «imprescindible» partir de «un diagnóstico sin ficción». Recordó que ELA y LAB acordaron en 2017 una declaración política para trabajar por el soberanismo, pero la «discrepancia» entre ambos sindicatos «impidió mejorar el contenido» de ese documento porque entienden «la interpelación, –sobre todo, la que hay que dirigir a EH Bildu–», de forma «diferente».

La jornada concluyó con un homenaje especial tributado a los trabajadores y trabajadoras esenciales. Recibieron entre aplausos al personal de residencias, sanidad, comercios y limpieza en representación de todos. Cuando «parece que se puso el mundo en suspenso, las vidas avanzaron gracias a este personal necesario para la vida», destacaron.