Mikel INSAUSTI
ELVIS

El falso biopic musical y el videoclip

Otra película que va a crear muchas divisiones es “Elvis” (2022), y de hecho ya la están ensalzado quienes aman el cine barroco del director de musicales artificiosos como “Moulin Rouge” (2001), mientras que tanto los defensores de la verdad histórica como del rock sin exceso de adornos la rechazarán de plano.

Baz Luhrmann ha necesitado más de dos horas y media, no para contar la vida del auténtico Elvis Aaron Presley, sino para hacer un espectáculo inspirado en la figura del mayor icono del rock and roll y uno de los fenómenos de masas más perdurables, como si se tratase de un fastuoso show de Las Vegas. Dentro de esta loca fantasía el cineasta australiano ha convertido al Rey en una especie de superhéroe de la liberación juvenil que lucha contra las fuerzas reaccionarias y conservadoras de su época, las cuales tienen como supervillano de la función al Coronel Tom Parker, en una caracterización de su manager bajo la cual se esconde un Tom Hanks transformado por las prótesis y los kilos de maquillaje.

Este Elvis moderno, para entendernos, responde a modas actuales y no a las del tiempo que en realidad le tocó vivir. Por eso la estética visual aplicada por Luhrmann es la del videoclip, como una interminable sucesión de clips que se mezclan unos con otros, al igual que su música, que no suena en su versión original tal como fue grabada en los estudios Sun Records, y deja de ser orgánica para convertirse en un remix de sus temas con bases y ritmos electrónicos.

En lo ideológico ya no es el conservador colaborador de Nixon que fue, y es presentado como defensor de los derechos civiles por la igualdad.