A la espera de que las investigaciones técnicas que tienen que hacerse en profundidad, el mayor incendio en Nafarroa se convirtió en un arma arrojadiza dentro del Parlamento. Navarra Suma, que ha llevado la tragedia a un marco donde los agricultores son héroes y toda la responsabilidad recae en el Gobierno, ha pedido la cabeza del consejero del Interior, Javier Remírez, quien se negó de inmediato a dimitir.

«Navarra ya estaba en alerta y en tensión todos los recursos», manifestó Remírez, para afirmar que «ello permitió que en la gestión de los recursos desde el sábado hubiera mayor eficiencia y rapidez». El consejero incidió en que «Navarra estaba ya alertada y activo el nivel de emergencia».

«Se quema media Navarra por la nefasta gestión del Gobierno y Chivite pretende que le aplaudamos», aseguró por su parte el líder de Navarra Suma, Javier Esparza. En su opinión, debía haberse activando el nivel de preemergencia antes . Dijo que no se actuó pese a que «media Navarra estaba ardiendo».

Tanto Remírez como la consejera de Medio Ambiente, Itziar Gómez, han pedido comparecer por voluntad propia para dar explicaciones sobre cómo actuaron sus respectivos departamentos. Mientras, los profesionales de bomberos y Administración del sindicato LAB, el más fuerte, han convocado una rueda de prensa para hoy, para hacer su propia valoración de lo sucedido y que no tendrá los tintes oportunistas que tantas veces empañan el debate parlamentario.

La temporada de incendios está apenas recién empezada en Nafarroa, por lo que resulta mucho más importante cambiar lo que haga falta antes de que pueda repetirse una situación como la vivida que repartir las culpas. En este sentido, la tramitación de una nueva orden foral del uso del fuego, como la planteada por la consejería de Medio Ambiente debería ser prioritaria y salir por unanimidad.

Dicha norma marcará en qué momentos deben detenerse las labores de cosecha por el elevado riesgo de incendio que conllevan.