Dabid LAZKANOITURBURU

Los Balcanes Occidentales, entre el olvido y la desesperanza con la UE

La cumbre estaba inicialmente prevista para dar un impulso a la integración de los Balcanes occidentales en la UE, pero ha acabado centrada en la concesión a Ucrania del estatus de candidato. Albania, que lo es desde 2014, ha aconsejado a Kiev que no se haga ilusiones.

Rueda de prensa del primer ministro de Albania, Edi Rama.
Rueda de prensa del primer ministro de Albania, Edi Rama. (Kenzo TRIBOUILLARD | AFP)

La que fue convocada en su inicio como una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE con los Balcanes Occidentales se ha convertido en la cumbre que formalizará, salvo sorpresa mayúscula, el estatus de candidato a Ucrania, y de paso a Moldavia.

Participaron, junto con los Veintisiete, los líderes de Serbia, Montenegro, Kosovo, Bosnia-Herzegovina y Macedonia del Norte, todos ellos repúblicas o entidades de la extinta Yugoslavia, más Albania.

Cuatro de ellos, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania son oficialmente candidatos a entrar en la UE desde hace años. Bosnia-Herzegovina y Kosovo ni siquiera tienen ese estatus y son candidatos potenciales. Eslovenia y Croacia, ahijados políticos de Alemania, forman parte del club desde 2004 y 2013 respectivamente

La cumbre debería formalizar el lanzamiento oficial de las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania, pero este nuevo paso en la senda europea está vetado desde hace dos años por Bulgaria, que aduce diferencias históricas y lingüísticas con ambos países.

Sofía aduce que los eslavos de Macedonia del Norte «son búlgaros que hablan un dialecto regional del búlgaro».

Por si esto fuera poco, Bulgaria vive inmerso en una grave crisis política y el Ejecutivo de Kiril Petkov ha perdido recientemente una moción de censura, aunque el líder de la oposición y ex primer ministro Boiko Borisov ha garantizado su apoyo al Gobierno para desbloquear la situación.

En este contexto, Petkov advirtió de que será el Parlamento búlgaro el que decida sobre levantar el veto, no la cumbre.

Amenaza de boicot

. Los líderes de Albania, Macedonia y Serbia amenazaron con boicotear la cumbre, ante la falta de avances en sus procesos de adhesión, si bien al final todos optaron por viajar a Bruselas.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, motró su esperanza en que la cumbre se pueda saldar con buenos resultados para los países de los Balcanes. «Si pasa esto será bueno, si no, no pasa nada», indicó, mostrando agradecimiento a la UE por las inversiones en la región.

Y es que Serbia sigue cómoda, a caballo entre la UE y su histórica aliada, Rusia.

Por contra, el primer ministro albanés, Edi Rama, tachó de «desgracia» que un miembro de la OTAN «secuestre» la perspectiva comunitaria de otros dos miembros de la Alianza militar Atlántica, ante la «impotencia» del resto de socios de la UE.

«Hoy es un nuevo día en Europa pero no en Bulgaria», ironizó, en referencia a la perspectiva de otorgar el estatus de candidato a Ucrania.

Y mandó un mensaje a Kiev. «Macedonia del Norte es candidato desde hace 16 años, Albania lo es desde hace ocho. Así que bienvenida a Ucrania, es bueno dar el estatus de candidato, pero espero que los ucranianos no se hagan muchas ilusione», añadió.

Kosovo y Serbia

. No fue la única voz balcánica crítica con la UE. La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, destacó que «necesitamos una voz clara de la UE y un mensaje unido para los Balcanes».

Para Osmani, que reclamó la exención de visados para Kosovo, pendiente desde hace cuatro años, el apoyo de la UE a las candidaturas de Ucrania y Moldavia manda un mensaje geoestratégico y político al este de Europa que debe también tener eco en los Balcanes y advirtió de que el espacio que deje la UE en la región podría ser ocupado por otros «factores malignos», en referencia a Rusia.

La presidenta kosovar aprovechó el altavoz para criticar que Serbia no haya mostrado «ninguna voluntad de alinearse con las sanciones europeas a Rusia» por la invasión de Ucrania.

Preguntado por la prensa al respecto, el presidente serbio respondió que votaron en contra de la invasión rusa en la Asamblea General de la ONU y que apoyan «la integridad territorial de Ucrania como la de Serbia, lo que no es el caso para algunos países de UE», ironizó, en relación con el reconocimiento europeo de la independencia de Kosovo.