EDITORIALA

La seguridad se labra con justicia y dignidad

El pasado lunes la policía de Akron, en el estado de Ohio, mató a un joven afroamericano, Jayland Walker, que huía de un control policial. Su cuerpo tenía más de 60 balazos y aunque la policía señaló en un principio que iba armado, ayer reconoció que no llevaba ningún arma. La difusión de unas imágenes del tiroteo han provocado indignación y manifestaciones de protesta. Es alarmante la asiduidad con la que se dan estos sucesos. Da la impresión de que forma parte de la normalidad estadounidense el hecho de que un joven afroamericano pueda recibir 60 balazos. De otro modo no se entiende que hasta casi una semana después de la muerte del joven no haya ocurrido nada, y que suceda precisamente cuando se ha hecho pública una grabación, en la que ciertamente la sensación que queda es que la policía llevó a cabo una cacería contra un hombre. Las imágenes han terminado por reemplazar a los hechos, que han perdido toda su fuerza en un mundo audiovisual.

Por otro lado, el tiroteo vuelve a poner de relieve, una vez más, que armar más y a más gente solo multiplica la posibilidad de que puedan ocurrir desgracias como estas. Las armas no ofrecen más seguridad, sino todo lo contrario, no hacen sino incrementar la posibilidad de que alguna de ellas se dispare fatalmente; y siguiendo el estruendo, todas las demás, hasta la última bala, como en Ohio. Algo que conviene subrayar en un mundo en el que se presenta el aumento del gasto militar como la panacea de la seguridad, cuando lo único que se está asegurando es la continuidad de la guerra, ya sea contra otros países, contra los pobres que migran o contra los pobres que viven en nuestra sociedad. Las armas solo son fuente de violencia.

Posiblemente, Walker no hubiera huido si la policía tratara con dignidad a los jóvenes afroamericanos en EEUU. El racismo, el abuso y la prepotencia policial no hacen sino acrecentar el miedo y destilar inseguridad. La justicia y el respeto a la dignidad de las personas está en la base de cualquier política sobre seguridad. Todo los demás solo alimenta la agenda y el poder de los securócratas.