Imanol INTZIARTE
DONOSTIA

Diputación argumenta costes y medio ambiente para defender su proyecto viario en Andoain

Interpelada por EH Bildu, la diputada de Infraestructuras Viarias aseguró que la variante que presentó su partido en 2011 costaría más de 160 millones y no obtendría hoy en día los permisos necesarios.

Tráfico en la N-I a su paso por Andoain.
Tráfico en la N-I a su paso por Andoain. (Jon URBE | FOKU)

El pleno celebrado el miércoles en las Juntas de Gipuzkoa tuvo entre sus temas el proyecto presentado por la Diputación el pasado junio para reducir las afecciones y agilizar el tráfico en los barrios de Bazkardo y Sorabilla, en Andoain.

Dicho proyecto, bautizado como C2, no satisface al Ayuntamiento, gobernado por el PSE con apoyo del PNV, y existen fricciones entre ambas instituciones. La Diputación acusa al Consistorio de retrasar C2 al no ceder los terrenos necesarios para colocar las pantallas contra el ruido.

Unai Iraola (EH Bildu) interpeló a la Diputación y le pidió que «abandone la vía unilateral y empiece a trabajar alternativas con la ciudadanía. Este proyecto descarta las alternativas anteriores y supone la perpetuación del trazado actual, siendo evidente que no satisface la demanda histórica del municipio».

El pasado 12 de septiembre se reunió en el Ayuntamiento de Andoain la Comisión de Urbanismo y se celebró un Pleno extraordinario en el que se aprobó por mayoría absoluta, y sin votos en contra, la moción presentada por la plataforma popular que pide, entre otras cuestiones, la paralización del proyecto.

La diputada foral de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, recordó que cuando se construyó la autovía del Urumea se diseñó el nudo de Bazkardo como solución provisional, porque en marzo de 2011 se había presentado el proyecto de la variante. Dos meses más tarde EH Bildu ganó las elecciones forales, y en estos once años no se han dado pasos, aunque el PNV recuperó el poder en 2015.

Oiarbide apuntó que la variante «tenía un presupuesto de 130 millones, hoy en día podrían ser unos 160 millones o más», mientras que C2 costará unos 75 millones. Además se mostró convencida de que la variante no pasaría a día de hoy los requisitos medioambientales, ya que generaría importantes afecciones en la zona del caserío Aiurralde.