EDITORIALA

Derrape, accidente y ruina en el Circuito

La firma británica MotorSport Vision (MSV) se ha hecho con el Circuito de Los Arcos pagando siete millones de euros a la empresa pública Nicdo. Esa compañía, que gestiona otros seis circuitos de motor en su país, se compromete a invertir entre tres y cinco millones en la infraestructura (empezando por los más de 1,5 millones que requería con urgencia para el reasfaltado). Este proyecto, incluidos los costes del crédito, ha costado a las arcas públicas 67,8 millones de euros. Ahora se recuperarán 7, que se utilizarán principalmente para amortizar los 5,38 millones del crédito pendiente. La operación se ha hecho para «dejar de perder dinero», un montante anual que pesaba en las arcas navarras.

Hace menos de diez años, en 2014, el Circuito se valoró en más del doble, en 15 millones de euros, que era casualmente lo que entonces se debía a las entidades financieras. Es decir, se puede afirmar que desde el día que se inauguró esta infraestructura no valía nada, era una ruina cuyo precio se ha ido equiparando a lo que quedaba de deuda. No hay que olvidar que el constructor que ideó el proyecto, Jesús Samaniego, propuso un circuito de unos seis millones de euros, pero el entonces presidente navarro, Miguel Sanz, elevó la inversión hasta los 54 millones, que terminaron siendo los 67,8 millones definitivos. Un agujero por el que UPN, con la cooperación del PSN, ha malgastado casi 70 millones de euros.

El Circuito de Los Arcos es un monumento a la edad de oro de esa alianza entre UPN y el PSN. Es un coloso en un descampado diseñado por el arquitecto de esa alianza, Miguel Sanz, respaldado por el PSN y ejecutada en diferentes fases por la red clientelar navarra, que lo mismo financiaba aventuras privadas que construía proyectos inviables. Era el business as usual foral aderezado con una megalomanía ridícula. Cualquiera que pase por la carretera que va de Iruñea a Logroño puede ver el despropósito, no hay que ser economista ni piloto de carreras para entender el desastre. Cualquiera que salga de esa vía y vaya a los pueblos de la zona, verá lo necesarios que son esas decenas de millones para el tejido económico y social real de este territorio. Alguien debería rendir cuentas.