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DE REOJO

Cosas de Fútbol


Datos intransigentes. Existe el fútbol y el fútbol americano. En EEUU, el fútbol nacido en Europa se llama soccer. Aquí, el fútbol americano se reconoce como una especie de rugby acorazado. Un espectáculo inconmensurable. Hasta aquí todo lo que soy capaz de usar sin intermediaciones subjetivas e ideológicas de primera magnitud.

El fútbol es una maquinaria populista del poder, un ejercicio siempre sospechoso por su utilización política, una expresión contradictoria entre afición irreflexiva y jugadores pagados con cifras que pueden parece hasta indecentes. Es un material muy flexible, sirve como seña de identidad de poblaciones, ciudades y hasta países. Analizarlo desde una mirada franciscana ayuda a encontrarle muchos valores positivos, vestigios de lo que es una labor colectiva, lo que significa para que parte de la ciudadanía tenga un punto de unidad, aunque sea frente a otra parte de esa ciudadanía que tiene otro punto exactamente igual de potente y con los mismos mecanismos de adscripción.

Por eso el partido de futbol de la Selección de Euskadi contra la de Palestina se convirtió en algo mucho más trascendental, en una fiesta futbolera y política reivindicativa, en un acto de hermanamiento popular, algo que sobrepasó todas las expectativas y que está provocando opiniones públicas que causan emoción. Sucedió en Bilbao, mañana puede suceder algo parecido en Barcelona. ¿Es casualidad que suceda en dos puntos que reclaman su selección propia? No. En Madrid, se han dedicado a celebrar un partido intrascendente de la NFL. La colonización deportiva comercial de Florentino.