La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó ayer en primera lectura, en medio de gritos e insultos entre diputados socialistas y opositores, la Ley Habilitante transitoria que confiere plenos poderes al presidente Nicolás Maduro por doce meses.

La norma fue aprobada en lo general con la cantidad mínima necesaria de 99 votos, un mes después de que Maduro solicitó al Poder Legislativo la posibilidad de emitir decretos sin que los diputados discutan y decidan su contenido.

De los 165 diputados que conforman el órgano legislativo, 60 representantes de la oposición votaron en contra, mientras seis no acudieron al debate. El voto que necesitaba el Gobierno lo dio Carlos Flores, el «diputado 99», suplente de María Mercedes Araguren, que hace poco se pasó a la oposición y el miércoles fue desaforada para ser investigada por presunta corrupción en su estado de Monagas.

Esta es la quinta ley habilitante transitoria que aprueba Venezuela con base en la Constitución vigente desde diciembre de 1999, que marca el periodo conocido como Quinta República.

El fallecido presidente Hugo Chávez, quien gobernó desde el 2 de febrero de 1999 hasta su muerte en marzo pasado, se apoyó en los poderes especiales para emitir 200 decretos, incluidos los que dictó para nacionalizar el sector petrolero e impulsar la reforma agraria. La Ley Habilitante será votada en lo particular y segunda lectura el próximo martes, pero la cúpula del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) prevé su aprobación definitiva.

«Pueden ir a apelar donde quieran. Vayan a Naciones Unidas. Aquí votó el pueblo, aquí votó la patria, aquí votó Hugo Chávez», afirmó a gritos, desde el estrado de la presidencia, el titular del cuerpo legislativo unicamaral, Diosdado Cabello, quien definió la aprobación como «victoria popular». Acusó a los diputados de la oposición de ser «defensores de los usureros y los especuladores» y de aliarse con los empresarios que en los últimos dos años han intensificado una«guerra económica», basada en el ocultamiento y el desabastecimiento de productos básicos.

«No nos va a detener esta guerra económica creada por ellos y sus jefes en Washington. Creían que el compañero Maduro no iba a emprender acciones y se equivocaron, porque él no se detendrá», advirtió Cabello.

Henrique Capriles, excandidato presidencial y líder de la oposición, respondió a las acusaciones argumentando que «la verdad es que la crisis tiene un solo responsable: el Gobierno. Ahora pretenden con estas medidas hacerle creer al pueblo que están haciendo algo, pero sólo intentan manipularlo».

Maduro aseguró tras conocer el resultado de la votación que esta ley tiene cinco puntos prioritarios contra la «guerra económica»: vigilar costos, apoyar la producción, proteger salarios, vigilar precios y regularlos, y establecer límites de ganancia para los empresarios. Resaltó que las medidas contra la especulación de precios han permitido poner «tras las rejas a 100 burgueses». El miércoles pidió a sus militantes no comprar «periódicos de la burguesía» y arremetió contra el clero.