La actuación de la Policía Municipal de Iruñea para evitar que se desplegase una ikurriña en la plaza del Ayuntamiento en el txupinazo de 2010 quedó en entredicho en el juicio contra trece personas que comenzó ayer en la Audiencia de Nafarroa.

Todos los jóvenes -que se enfrentan a una petición global de entre 35 y 160 años de prisión- declararon que recibieron golpes indiscriminados por parte de agentes de la Policía Municipal.

Según el testimonio de los acusados, los policías municipales emplearon armas que no son reglamentarias, como porras extensibles, para golpear a quienes portaban la ikurriña y arrebatarles la bandera.

También el abogado de José Carlos Arranz, el joven madrileño que sufrió graves heridas al ser alcanzado por una botella en los incidentes destacó la actuación de la Policía Municipal. «Entendemos que puede haber un abuso en las propias funciones, que se hayan extralimitado, y eso puede haber provocado las actuaciones e incidentes que ocurrieron después», señaló el letrado Jesús Garzón, quien dijo que estudiará pedir responsabilidad civil al Ayuntamiento de Iruñea.

Respetar los derechos

Antes de que comenzara la primera sesión del juicio, decenas de personas se concentraron ante la Audiencia para mostrar su apoyo a los enjuiciados. Entre los asistentes se encontraban el diputado de Amaiur Sabino Cuadra, los parlamentarios de EH Bildu Bakartxo Ruiz y Víctor Rubio, y el concejal de Iruñea Peio Martínez de Eulate.

En declaraciones a los medios antes de la sesión, Amaia Kowasch, en nombre de Iruñea Askatasunez, denunció que «para conculcar los derechos más básicos, UPN utiliza leyes de excepción como la de Símbolos y a la Policía Municipal». «Esta ciudad no necesita ni medidas ni leyes de excepción. Es hora de que todos los derechos sean respetados», añadió.