Mikel INSAUSTI DONOSTIA

«Los juegos del hambre: En llamas» mejora la franquicia basada en las exitosas novelas

La segunda entrega de la franquicia fantástico-romántica de corte más futurista lleva camino de superar a la primera en taquilla, empujada por unas críticas y unas valoraciones en Internet entusiastas.

Dentro de la competencia existente entre franquicias fantástico-románticas para el público joven «Los juegos del hambre» es la que aparece más consolidada, porque al éxito en taquilla suma una excelente acogida crítica, de la que jamás gozó «Crepúsculo» y el resto de imitaciones posteriores.

De entrada es la más espectacular, y la que también cuenta con un reparto estelar más lujoso. El apartado juvenil cuenta con Jennifer Lawrence como gran valedora, mientras que en la nómina de experimentados tenemos a Woody Harrelson, Donald Sutherland, Stanley Tucci, Toby Jones, Amanda Plummer, Jeffrey Wright, Philip Seymour Hoffman y Lenny Kravitz.

Rebelión en Panem

Se supone que en las novelas futuristas de Suzanne Collins, y también en sus adaptaciones cinematográficas, Panem es lo que queda de lo que fue Norteamérica. Vista como una trilogía, la primera parte sería la correspondiente a la supervivencia, esta segunda es la de la rebelión y la próxima, seguramente dividida en dos entregas, será la de la guerra.

La inaugural «Los juegos del hambre» recaudó 691 millones habiendo costado 78. Semejante rentabilidad ha permitido a «En llamas» contar con un presupuesto muy superior de 140 millones de dólares. Además, la segunda entrega ha servido para encontrar al director definitivo en Francis Lawrence, que se encargará de «Sinsajo», capítulo final presentado como un díptico. Las razones del mayor éxito de Lawrence con respecto a lo aportado previamente por Gary Ross, junto a haber contado con más medios, es la de una ambientación muy exacta y fiel a los libros de Suzanne Collins.

«En llamas» presenta los focos de insurrección que van surgiendo en los distintos distritos de Panem, con motivo de la Gira de la Victoria que la pareja ganadora de los 74 Juegos del Hambre han de llevar a cabo. El poder recela de su popularidad y prepara un plan para su derrota en El Vasallaje, donde competirán con los anteriores campeones.