Tras cuatro días deliberaciones, la Loya Jirga -asamblea tradicional afgana que reúne más de 2.500 jefes tribales, académicos y autoridades locales y regionales- pidió ayer la firma de un nuevo acuerdo de seguridad con EEUU para prolongar la presencia militar estadounidense más allá de 2014, cuando concluye la retirada de las tropas de la OTAN de este país.

Después de meses de negociaciones, Kabul y Washington se pusieron de acuerdo sobre los términos de este pacto que ahora debe ser aprobado por el Parlamento afgano y, finalmente promulgado por Karzai. Este proceso podría desarrollarse rápidamente, pero Karzai podría maniobrar para retrasarlo. Al abrir la Loya Jirga, el presidente sorprendió anunciando que no lo promulgaría antes de las elecciones presidenciales de abril de 2014. Esta declaración irritó a Washington, que advirtió que el retraso «no es posible» y amenazó con la retirada total de sus tropas. Ayer la Loya Jirga pidió a Karzai que lo promulgue antes de fin de año.

Aunque el presidente afgano no aclaró si reconsideraría su postura, afirmó que aceptaba la decisión de la asamblea pero puso condiciones. En primer lugar, pide a Washington que «coopere» en el proceso de paz con los insurgentes talibanes. Además, exige el fin de todas las operaciones militares en los domicilios afganos. «Si EEUU vuelve a nuestras casas, una vez más, no habrá acuerdo», afirmó Karzai.

Por su parte, el movimiento talibán rechazó la decisión de «esta Loya Jirga fantoche» y advirtió de que la presencia militar extranjera en Afganistán es «inaceptable».