EL SENADO EXPULSA A «IL CAVALIERE»

Berlusconi promete «seguir luchando» y comienza su campaña electoral

Cuando el presidente del Senado italiano, Pietro Grasso, anunció el fin de una serie de votaciones técnicas, Silvio Berlusconi quedó expulsado del Parlamento poniendo fin a veinte años de presencia ininterrumpida.

Berlusconi no quiso estar presente en el humillante momento. Media hora antes, llegaba al Palacio Grazioli, su residencia, estrechando manos entre banderas y el himno de su partido, Forza Italia, concentrados en un acto en el que Il Cavaliere, ya resignado al resultado de la votación, anunció que «continuaré luchando». «No me retiraré a un convento, estamos aquí, estáis aquí, estaremos ahí», insistió mientras sus partidarios gritaban «Silvio, Silvio».

Emplazó a sus militantes a luchar por una Italia «más democrática, más libre, y con mayor bienestar» prometiendo que la próxima campaña electoral, que para él ya ha comenzado, su formación «conseguirá cambiar el país».

El resultado de la votación se conoció después de una larga jornada de debates y en la que la izquierda y el Movimiento 5 Estrellas unieron sus votos para aprobar la destitución de Berlusconi.

La votación es consecuencia de la «ley Severino», adoptada en 2012 que prevé la inhabilitación durante seis años de todo electo condenado a una pena de prisión superior a dos años. Berlusconi ha sido condenado a cuatro años, aunque tres han sido anulados por una amnistía.

«Ningún líder político ha sufrido nunca una persecución como la que yo he vivido», denunció el ex primer ministro, refiriéndose incluso a «un pelotón de ejecución» y acusando a «una magistratura comunista de haber abierto la puerta a la conquista del poder por la izquierda». Afirmó que se trataba de «un día de luto para la democracia».

En principio, la destitución de Berlusconi no tendrá consecuencias sobre el Gobierno de Enrico Letta, que puede contar aún con la fidelidad de sus ministros de derecha y de 50 parlamentarios antiguos correligionarios de Berlusconi reagrupados ahora bajo la denominación de Nuevo Centroderecha.

Durante el debate, Alessandra Mussolini, nieta del dictador italiano Benito Mussolini y senadora totalmente fiel al destituido político, les acusó a de «servir únicamente a sus intereses por sus sillas».

Los diputados del ala más dura de los partidarios de Berlusconi, entre ellos Mussolini, hicieron oficial su pase a la oposición el pasado martes, al votar contra el proyecto presupuestario. El destino de Berlusconi ya se dibujaba cuando el Gobierno consiguió superar en la noche del martes una cuestión de confianza, para aligerar la votación de la ley de Presupuestos Generales que también logró sacar adelante. Los «halcones» de Berlusconi estuvieron en las primeras filas de la manifestación de ayer, al igual que su novia, Francesca Pascale, que le animó a participar en el «besamanos» al bajar del estrado donde intervino.

«El Ejército de Silvio»

«Il Cavaliere, mártir de la libertad», rezaban las pancartas ante las que se proyectaron en grandes pantallas el famoso discurso de entrada en política de Silvio Berlusconi en 1994, así como imágenes con líderes mundiales. Para Lili, una farmacéutica con una insignia con el lema «el ejército de Silvio», «este no será nunca el fin del presidente Berlusconi porque una idea no muere nunca».

Privado de su inmunidad parlamentaria, Berlusconi podría ser ahora detenido en el marco de los procesos judiciales en su contra. «Es una hipótesis absurda, completamente irreal», afirma uno de sus abogados, Franco Coppi, que aludió a su posición política y a su edad.

Berlusconi ha intentado hasta el último momento evitar su humillante expulsión presentando «nuevas pruebas» para pedir una revisión del caso Mediaste, que le ha supuesto su primera condena firme en dos décadas de procesos judiciales.

Ahora ha recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde cree que obtendrá «una revocación total de las decisiones que llevará a un sobreseimiento completo».

Donde sí continuará será al frente de su refundado partido Forza Italia que, según los sondeos, obtendría junto a sus aliados de derecha entre 34,5 % y el 37 % de los votos frente al 31-33% del centro derecha.

Ya sin inmunidad, todavía tiene que hacer frente a varios procesos judiciales

Berlusconi tiene aún varias citas con la justicia en los próximos meses. En primer lugar, el caso Mediaset. Por primera vez, fue condenado en firme a una pena de prisión -cuatro años rebajados a uno por una amnistía- por fraude fiscal -Hasta ahora se había beneficiado de recursos en segunda instancia o de la prescripción de los delitos-. Debido a su edad pidió hacer trabajos para la comunidad, petición que los tribunales responderán la próxima primavera. También está inhabilitado de cualquier cargo público durante dos años. Il Cavaliere anunció un recurso al Tribunal de Estrasburgo. A consecuencia de esta condena, el Senado ha podido aplicar su expulsión durante seis años. Por otro lado, Berlusconi está acusado de haber comprado a un senador en 2006 para lograr la caída del Gobierno de Romano Prodi. Comparecerá el 11 de febrero en Nápoles.

El 24 de junio fue condenado a siete años de prisión e inhabilitación de por vida por abuso de poder y prostitución de menores en el caso Ruby. Las penas están pendientes del recurso. Además, se espera un nuevo juicio por supuestamente haber alterado las pruebas y comprado testimonios en este caso. Prescribe en 2020.

Berlusconi puede ser juzgado además en el marco de una investigación sobre la contratación de prostitutas en la región de Bari. Es sospechoso de incitar a declaraciones falsas ante las autoridades judiciales. Según la acusación, habría pagado durante dos años a un empresario local, Gianpaolo Tarantini, a cambio de su silencio.

También fue condenado a un año de prisión por violación del secreto de instrucción por la publicación en 2005 en un diario de su propiedad de escuchas telefónicas entre el líder de la izquierda y el presidente de la aseguradora Unipol. Ha recurrido y la prescripción es inminente.

En el proceso de separación de su esposa el tribunal ha fijado una pensión alimenticia de 3 millones de euros mensuales contra la que ha recurrido. GARA