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Decenas de muertos en un ataque al Ministerio de Defensa yemení

Un audaz ataque contra el Ministerio de Defensa de Yemen, en pleno centro de la capital del país, dejó ayer más de medio centenar de víctimas mortales. El atentado fue obra de un kamikaze que hizo estallar un coche bomba contra el hospital del complejo del Ministerio, y que fue seguido de otro vehículo en el que entraron varios hombres armados, vestidos con uniformes del Ejército, que se enfrentaron a fuerzas militares.

Al menos 52 personas murieron y 167 resultaron heridas ayer en un atentado suicida seguido de un asalto contra el complejo del Ministerio de Defensa de Yemen en Sana'a.

Un grupo de hombres armados lanzó un espectacular asalto contra la sede del Ministerio de Defensa en Sana'a, concentrando su ataque en el hospital militar del inmenso complejo situado cerca de Bab al-Yaman, a la entrada de la parte vieja de Sana'a.

Entre los muertos -médicos enfermeras y pacientes- , además de las víctimas yemeníes, se encontraban tres alemanes, dos filipinos y un venezolano.

Un kamikaze al volante de un coche bomba arremetió contra la entrada del Ministerio, antes de ser seguido por varios hombres a bordo de otro vehículo con armas automáticas, que consiguieron llegar al hospital militar y a otros dos edificios.

Tras la explosión, llegaron a la zona varias ambulancias y fuerzas militares, que se vieron envueltas en un tiroteo en el interior del Ministerio con los milicianos, que, según varios testigos, iban vestidos con uniformes del Ejército yemení.

Un hermano del presidente de Yemen, Abd Rabbo Mansur Hadi, Ahmed, de 90 años, que estaba a ingresado en este hospital, sobrevivió al ataque y fue trasladado a otro centro, pero murió un familiar que iba a visitarle. El Ministerio de Defensa aseguró que el Ejército había recuperado el control de la situación tras haber «eliminado» al grupo asaltante.

La televisión mostró imágenes de cuerpos destrozados por las balas o calcinados, y precisó que se trataba de los cadáveres de los asaltantes. También se vieron restos de vehículos y salas del hospital destruidas con restos de sangre en el suelo.

El presidente yemení mantuvo una reunión con los principales responsables de seguridad, a los que ordenó abrir una investigación y publicar sus resultados en 24 horas. «Los terroristas responsables de este crimen odioso buscan sacudir la seguridad de Yemen e impedir una solución política», afirmó Abdelatif al-Azayani, secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, que actuó de mediador en el acuerdo que puso fin a la revuelta de 2011.

Yemen continúa sufriendo un periodo de inestabilidad marcado por la violencia y sigue controlado por un Gobierno interino que está afrontando el desafío de los secesionistas del sur del país, los milicianos de Al Qaeda y los rebeldes hutis del norte, además de los graves problemas económicos derivados de la gestión del anterior presidente, Ali Abdula Saleh, que abandonó el cargo en 2011.

Ataques en la capital

La mayoría de los ataques de los últimos meses se atribuyen a Al Qaeda, especialmente activa en el sur y sudeste del país. Pero la capital yemení no se ha librado de esta escalada.

En julio de 2012, un kamikaze de Al Qaeda mató a más de 90 personas en un atentado durante un desfile militar en la capital. En setiembre de ese año, el ministro de Defensa, el general Muhammad Nasir Ahmad, escapó de un atentado con coche bomba contra su convoy, que acabó con la vida de otras doce personas. El pasado 26 de noviembre, un bielorruso murió tiroteado en plena calle y cuatro días más tarde murió un diputado que representaba a la oposición chíi en el diálogo nacional.

Pero el proceso de transición está cerrado en falso y el diálogo nacional sigue bloqueado. El levantamiento consiguió la salida negociada e impune del expresidente Saleh, pero no ha logrado culminar la transición política que reclamaron los manifes- tantes ni crear instituciones duraderas.