Los máximos responsables de Seguridad y de la Policía argentina decidieron ayer crear un comando operativo ante la posibilidad de un efecto contagio de lo sucedido en Córdoba, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires, donde una persona murió, más de 200 resultaron heridas, y un millar de comercios fueron saqueados, aprovechando una huelga de policías.

El comando operará especialmente en la zona del Gran Buenos Aires, en la que el miércoles intentaron robar en dos supermercados en la localidad de Grand Bourg, y en Glew falleció un comerciante chino al resistirse a que vaciaran su local. Granados atribuyó algunas de las situaciones de tensión denuncia- das por los vecinos en las últimas horas a «la falta de luz y agua», consecuencia de la fuerte tormenta que descargó sobre el centro de Argentina el pasado lunes. El ministro de Seguridad bonaerense reconoció que en las últimas horas ha aumentado el riesgo de posibles robos en la provincia, ya que incluso han aparecido grupos en las redes sociales convocando a «saquear todo». «Siempre en fin de año el tema se pone candente, además hay falta de luz, de agua, personas haciendo fogatas en las esquinas y eso ha generado una situación un poco especial», aseguró.

Tras más de 35 horas de caos y violencia, la normalidad llegaba ayer a Córdoba, con el regreso de la Policía a las calles después de alcanzar un acuerdo salarial con el Gobierno provincial. Fuentes hospitalarias aclararon que un joven de 20 años recibió un disparo durante uno de los robos en la periferia de la capital cordobesa.

Como consecuencia de los graves incidentes ocurridos en Córdoba, más de 200 personas resultaron heridas, la mayoría por enfrentamientos entre los saqueadores y los dueños de los comercios que trataban de impedirlos.

Mientras reinó el caos, los asaltantes se llevaron de las tiendas alimentos, electrodomésticos y hasta ciclomotores.

Hasta el momento hay detenidas e imputadas 96 personas bajo el cargo de «robo calamitoso», aunque no se descartan nuevos arrestos ya que las autoridades provinciales estudian buscar a los jóvenes que difundieron en las redes sociales los productos que habían saqueado.