El acuerdo alcanzado el sábado para nombrar un nuevo primer ministro suscitó una mezcla de alivio y de desconfianza en Túnez. El ministro de Industria, Mehdi Jomaâ, fue designado el sábado para formar un gobierno de independientes que saque al país de una profunda crisis política, después de dos meses de tensas negociaciones entre 21 partidos, incluido el islamista Ennahda, que se compromete a dejar el poder. Pero Ennahda señala que, a la vez, deben entrar en vigor la nueva Constitución y la nueva ley electoral, mientras el sindicato UGTT afirmó que el miércoles anunciará la fecha de puesta en marcha del nuevo gobierno. El partido Nidaa Tounes, heredero del partido pantalla del derrocado dictador Ben Ali, aumentó la incertidumbre con su rechazo a la elección.