IKUSMIRA
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No es el juez Castro quien conspira en la sombra

Pedro Horrach, fiscal del «caso Nóos», en el que están implicados Cristina de Borbón, su marido Iñaki Urdangarin y un socio de este, hizo ayer unas durísimas acusaciones contra el juez José Castro, de quien dijo que se apoya en una «teoría conspirativa» para imputar la hija del rey español, al cuestionar la fiabilidad de los informes de la Agencia Tributaria que la exoneran. No es la primera vez que el representante del Ministerio Público se enfrenta al instructor en este caso, pero lo que manifiesta en esta ocasión tiene unas implicaciones que no pueden obviarse, pues ponen en entredicho la imparcialidad de Castro y, por tanto, su capacidad para seguir dirigiendo el caso. La consecuencia lógica de su acusación sería pedir que el juez abandonara su labor instructora y fuera reemplazado por otro.

Probablemente eso es lo que Horrach desearía, pero no solo él, sino también todos aquellos estamentos que llevan meses maniobrando para exculpar a la hija pequeña del Jefe de Estado aun cuando todas las evidencias la señalan como presunta autora de un delito económico. Tanto el fiscal, cuya actuación se asemeja más a la de un abogado defensor, como los funcionarios de Hacienda y buena parte de la clase política española han hecho y deshecho todo lo que estaba en su mano para evitar la imputación. Son ellos los únicos conspiradores en este caso.