Diez soldados y 12 insurgentes murieron ayer en ataques simultáneos de decenas de presuntos miembros de Al Qaeda contra tres posiciones del Ejército en Radaa, en la provincia de Al-Baida, en el sur de Yemen. Según una fuente militar, «cuatro soldados fueron hechos prisioneros».

Entre los atacantes muertos figura un kamikaze «abatido antes de que pudiera detonar su cinturón de explosivos», según la misma fuente.

Un responsable local aseguró a AFP que en los ataques participaron decenas de hombres armados que recibieron refuerzos de Ansar al-Sharia, un grupo vinculado a Al Qaeda, procedentes de la provincia meridional de Abyan.

Por otro lado, un drone se estrelló en la provincia desértica de Al-Maharah, en el extremo este de Yemen, cerca de la frontera con el sultanato de Omán, afirmó a la AFP un responsable local. EEUU es el único país que dispone de drones en la región.