Ekai Center
Análisis | costes laborales

Una aclaración sobre uno de los mitos de la cultura económica

La idea de que la reducción de costes laborales tiene siempre efectos económicos positivos al margen del contexto en el que nos encontremos requiere, a juicio de EKAI Center, de una profunda reflexión y de un análisis que tenga en cuenta la capacidad productiva.

EKAI Center viene realizando un esfuerzo de análisis y difusión sobre la realidad de la situación relativa de los costes laborales en Euskal Herria. La razón básica es que esta cuestión parecía haberse convertido en el elemento central de las estrategias de las organizaciones patronales y también de los posicionamientos de ciertos medios de comunicación.

En particular, nos hemos centrado en el análisis comparativo de los costes laborales de Euskal Herria con la media española. Y ello por ser ésta la variable de mayor significación para las opiniones que parecen considerar que el hecho de que nuestros costes laborales sean más altos es uno de los problemas fundamentales para la competitividad empresarial vasca.

Las conclusiones de este análisis son aparentemente claras. Los costes laborales son efectivamente superiores en la CAV en un 25% sobre los costes en la media española (datos de 2012). Sin embargo, la productividad per cápita es también superior en nuestra comunidad en un 35%.

Esto significa que los costes laborales en la CAV son más altos... porque tienen que serlo. Porque ello es un resultado natural y necesario de una mayor productividad. Aparentemente, las conclusiones sobre cómo utilizar y no utilizar este dato son también claras. Sin embargo, medios de comunicación y patronales continúan haciendo un uso continuo y sistemático del argumento de que «nuestros costes laborales son más altos» con el fin de justificar políticas sociales o económicas de distinto signo.

Recientemente, la patronal Cebek, al anunciar sus previsiones para 2014 el día 14 de enero, incluía los «costes salariales más elevados» como el primero de nuestros problemas competitivos. Más recientemente, Adegi, en el resumen ejecutivo de su guía «Nuevo modelo de relaciones laborales», indica que «históricamente, la jornada anual de los diversos sectores de Gipuzkoa ha sido la menor de España y significativamente inferior a la media. En cuanto a los salarios, Gipuzkoa presenta salarios superiores a los del resto de provincias de España».

Las propias expresiones de las organizaciones empresariales reconocen que los costes laborales unitarios han sido «históricamente» superiores en Euskal Herria. No se trata de un fenómeno reciente. Y ello no solo ha sido compatible con un nivel de renta y productividad más elevado, sino que ha sido, precisamente, una consecuencia lógica y directa de esta capacidad productiva.

El que este tipo de argumentaciones se repitan de forma sistemática resulta, desde un punto de vista técnico, sorprendente. Todo el mundo sabe que los costes laborales relativos solo pueden analizarse teniendo en cuenta la capacidad productiva de cada empresa, región o país.

De esta forma, parece evidente la necesidad de una reflexión sobre las razones de la insistencia de organizaciones patronales y medios de comunicación en la utilización de este tipo de razonamientos que pretenden convertir la reducción de los costes laborales en uno de los objetivos clave de empresas y organismos públicos.

Por un lado, esta insistencia nos revela, una vez más, los graves déficits de análisis y contraste de las variables macroeconómicas y de las políticas socio-económicas en Euskal Herria. En este contexto, organizaciones con influencia social -y, sobre todo, los medios de comunicación- pueden hacer un uso alegre y poco responsable de la información, sintiéndose libres del riesgo de que se desvelen errores de fondo provocados por falta de contraste o falta de responsabilidad.

Por otro lado, en el caso de los costes laborales, es muy posible que el problema resida también en la continuidad de uno de los mitos de la cultura económica de las últimas décadas. El mito de que, en cualquier contexto en el que nos encontremos, la reducción de costes laborales tiene siempre efectos económicos positivos. La reducción salarial podrá tener un impacto social negativo pero siempre contribuirá a incrementar los resultados empresariales y, por lo tanto, al crecimiento económico. Se trata de uno más de los mitos derivados de la abstracción a la que la ciencia económica ha sido empujada, que ha generado el disparate de intentar permanentemente separar de forma radical la realidad social de la realidad económica.