Jon Odriozola
Periodista
JO PUNTUA

Bergoglio

Todos los papas tuvieron sus palmeros en su momento y ninguno fue «revisado» ni tampoco «agraviado», ni siquiera por vía indirecta, como en el caso de Jorge Mario Bergoglio, papa mediático

Con motivo de cumplir un año como jefe del Estado Vaticano, la «caverna» y la prensa «seria» están agasajando y lisonjeando tanto al Papa Pancho que no se dan cuenta estos «palmeros» de que, con ello, están agraviando de mala manera a sus antecesores en el «cargo».

No reparan en que el anterior pastor de la grey cristiana, Ratzinger, alias Benedicto XVI, ¡sigue vivo! y bien podría decir algo así como: ¿qué pasa, tan mal lo hice yo? ¿Es que hay que caer simpático a base de gestos, guiñadas y pamemas, como hace este jesuita? ¿Es esto lo que se quería? ¿Un show?

Ocurre que Ratzinger, el inquisidor, siendo Papa, pasó a ser el «intelectual» riguroso en materias teológicas, o sea, un «señor papa». Ya no, al parecer.

Al anticomunista Wojtyla se le motejó algo así como «enérgico» como eufemismo de «duro» e «intransigente» y cooperador necesario en la caída de los países «del Este» que, por cierto, me figuro que siguen estando, geográficamente al menos, en «el Este».

No nos olvidamos de Luciani, Juan Pablo I, el Breve, (un mes en el oficio) y asesinado por sus propios centuriones. O algún pretor.

Remontando, ¿quién va? Montini, de sobrenombre Pablo VI, aureolado como hombre austero y equilibrado y de natural buena persona en medio de la guerra fría. Algo podría decir Juan Mari Arregi sobre su comportamiento con los familiares de los presos de ETA condenados a muerte en el Proceso de Burgos de 1970 en los estertores de Franco y no sabemos si del franquismo.

Llegamos a Roncalli,el popular Juan XXIII, protagonista del Concilio Vaticano II y apócrifo autor de la encíclica «Pacem in Terris» que tan bien le vino a la meliflua socialdemocracia imperante a la sazón. De este hombre se decía que solo tenía un pecado (venial, por supuesto): la gula, pero se le perdonaba por su carisma nimbado de bondad infinita.

De Pacelli, Pío XII, ¿diremos que fue filonazi? Pues sí.

Así pues, cabe concluir que todos los papas tuvieron sus palmeros en su momento y ninguno fue «revisado» ni tampoco «agraviado», ni siquiera por vía indirecta, como en el caso de Jorge Mario Bergoglio, papa mediático de quien los profesionales de esto de la religión fingen sorpresa y hacen aspavientos cuando el Papa Pancho hace un gesto «rompiendo el protocolo», como se dice ahora, y antes, como quien obra un milagro. Nos quieren babeantes y boquiabiertos y con los ojos coscurantes. Patidifusos.

P.S.- Acabaré con una noticia entre jocosa y desopilante que informa de que el país donde se consume más vino per cápita es... el Vaticano. Los datos correspondientes al año 2012 elaborados por The Wine Institute son sorprendentes. El país del mundo donde se bebe más vino (o al menos se compra) por persona y año es, ya se dijo, el Vaticano: 73,78 litros. Casi el doble que el segundo y el tercer clasificados, Andorra y Francia. ¿Explicación? La razón, desde luego, no puede ser el vino de la Comunión. Apenas se toma un sorbo, y muchas veces nada. Además se trata de un vino especial que no encuentras en las tiendas. A mí me parecen pocos litros por testa con solideo.

Nota.- En el top 20 de países que le dan al trago no figura Euskadi (ni España), desmintiendo el estribillo de la popular canción «pero bebiendo vino...», ya saben.