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La UE firma la parte política del Acuerdo de Asociación con Ucrania

La Unión Europea dio ayer un fuerte respaldo a las nuevas autoridades de Ucrania al firmar la parte política del Acuerdo de Asociación con su primer ministro, Arseni Yatseniuk, y aprobar, después de EEUU, nuevas sanciones contra el entorno del presidente ruso, Vladimir Putin. Este, lejos de sentirse presionado, dio por zanjada ayer la incorporación de la península de Crimea y de la ciudad portuaria de Sebastopol a la Federación Rusa.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) firmaron ayer con Arseni Yatseniuk los capítulos políticos del Acuerdo de Asociación que se ofreció al anterior Gobierno de Kiev y cuyo rechazo por parte del destituido presidente, Viktor Yanukovich, fue el pretexto de las protestas «proeuropeas» que desde noviembre fueron fomentadas por los aliados occientales del actual Ejecutivo.

«Este es un día histórico para nuestro país y creo que también para Europa. Queremos ser parte de la familia europea», dijo Yatseniuk tras la firma del acuerdo que pretende «impulsar la aproximación gradual» entre la UE y Ucrania -sin fecha- sobre los valores comunes y vínculos privilegiados que comparten, así como fomentar la participación de Ucrania en las políticas comunitarias y en sus programas y agencias.

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, criticó la forma del acuerdo entre la UE y Ucrania al considerar que no responde a los intereses de la economía o del pueblo ucraniano y se produce cuando «aquellos que se autoproclamaron gobernantes no cuentan ni con apoyo ni con legitimidad a ojos de una gran parte de su pueblo».

Los líderes europeos pretendieron enviar una señal a Moscú aprobando también la ampliación de su «lista negra» de personas sancionadas por vulnerar la soberanía de Ucrania en Crimea. Entre los 12 nuevos nombre se incluye al viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin; al presidente de la Duma (Cámara Baja), Serguei Narishkin; a la presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta), Valentina Matvienko, y a dos asesores del mandatario ruso, Vladimir Putin.

Putin, por su parte, desoyendo toda las advertencias de EEUU y sus aliados occidentales, dio ayer por zanjada la incorporación de Crimea y Sebastopol a la Federación Rusa, promulgando la unión en una solemne ceremonia en el Kremlin, donde estuvo acompañado de la cúpula política rusa.

Con la firma del decreto presidencial concluyó , en un visto y no visto, el trámite legal iniciado el lunes para sumar los nuevos territorios al país.

El presidente interino ucraniano, Oleksandr Turchinov, insistió en que su país nunca se resignará a aceptar la pérdida de la península, que formaba parte de su territorio desde 1954. Turchinov recibió ayer en Kiev al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y ambos coincidieron en apelar al diálogo para solucionar la crisis.

La crisis entre Kiev y Moscú forzó también ayer a la UE a acelerar y replantearse la urgencia de disponer de una política energética europea que reduzca su dependencia de Rusia en ese campo, por sus importaciones principalmente de gas . Los líderes de los Veintiocho han pedido a la Comisión Europea que elabore para junio un plan en ese sentido.

Los tártaros de Crimea instan a disolver las milicias prorrusas

La asamblea popular de los tártaros de Crimea (Medzhlis) instó a las nuevas autoridades de la península, incorporada a la Federación Rusa, a desarmar las milicias prorrusas que «ilegalmente asumieron las labores de la Policía» y a devolver esas tareas a las fuerzas de seguridad.

Este consejo denunció un gran número de incidentes y de amenazas contra su comunidad, de confesión musulmana, que representa el 12% de la población de Crimea, y apeló al «respeto de los derechos humanos y de la libertad», según un texto publicado ayer en su web.

«En la extremadamente compleja situación actual, nuestro objetivo principal es conservar la calma y la paz en Crimea, garantizar la seguridad y la vida de toda la población, y reforzar la confianza y la colaboración de la sociedad multiétnica de Crimea», declaró el Medzhlis.

Según informaron medios locales, unos 40 tártaros de Crimea pidieron asilo en Polonia un día después de que la Duma rusa ratificara la anexión. En lo que va de mes ya son casi cien los ucranianos de Crimea que han solicitado asilo en Polonia alegando amenazas.

Los tártaros boicotearon el referéndum que aprobó por abrumadora mayoría la incorporación de Crimea en Rusia.

Su resentimiento contra Rusia tiene una de su principales causas en las deportaciones masivas (se estima que unos 200.000 tártaros fueron expulsados de la región) ordenadas por Stalin. GARA