A.U.L.

Ricardo García prolonga su mandato tras una Junta agitada

La Junta General de accionistas del Real Unión transcurrió en un ambiente tan caldeado como cabía prever pero la agitación no se dejó notar en las votaciones. Realizadas a mano alzada, aprobaron las cuentas del Consejo y prolongaron el mandato de Ricardo García por otros cuatro años, en los que estará acompañado por cuatro nuevos consejeros -Raúl Castaño, al que se nombró como quinta incorporación, ha desmentido que vaya a unirse a la directiva-.

La Junta, cuyo inicio se retrasó en casi dos horas por un problema de duplicidad en las delegaciones de votos, y que estuvo precedida por la protesta de los trabajadores unionistas -que llevan más de un año sin cobrar- en el exterior de Ficoba, estuvo marcada por el enfrentamiento entre los consejeros y el expresidente José Antonio Zabala, cabeza visible de una oposición en que se encuadran otros exdirigentes blanquinegros.

Precisamente la figura de Ernesto Isarch protagonizó uno de los momentos álgidos de la noche. El club había hecho pública tres semanas antes una nota en la que el expresidente se desmarcaba de los comunicados emitidos por sus compañeros y Zabala acusó al Consejo de mentir en este caso.

Pero la mayoría de las acciones estaban con el Consejo, así que salieron las cuentas, el presupuesto -un millón de euros, con 154.000 euros de superávit previsto- y la continuidad de la Junta directiva, a la que se incorporan Aitor García, Miguel Ángel Flores, Joseba Lopetegi y José Luis Reinosa.

Ricardo García, por otro lado, explicó que la deuda del club asciende a 2'6 millones brutos (1'9 netos), de los que 1'1 son a corto plazo. En lo que respecta a la ampliación de capital que concluyó el pasado mes de diciembre, reconoció que del millón previsto solo se habían adquirido acciones por valor de 390.000 euros.

El presidente txuribeltz, por último, aseguró que se habían levantado embargos y desbloqueado subvenciones por lo que pronto se podrán solventar los impagos con los empleados.