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Rusia presiona a Ucrania y a la UE subiendo el precio del gas

El gigante energético ruso Gazprom ha anulado el vital descuento en el precio del gas que hacía a Ucrania, lo que incrementará notablemente su precio. Pero además, el fin del convenio sobre la flota rusa en Crimea puede suponer otro incremento añadido. Y junto a Ucrania, al borde de la quiebra, las medidas rusas pueden afectar a la Unión Europea, que -dependiente en gran medida del suministro de Rusia- sigue estudiando cómo reducir esa dependencia.

Rusia aumenta la presión sobre Ucrania con el incremento del precio del gas que le vende, una medida que puede afectar también a otros países europeos. El presidente del grupo petrolero ruso Gazprom, AlexeiMiller, anunció que pondría fin a la rebaja del precio acordada en diciembre cuando Kiev renunció al acuerdo de asociación con la Unión Europea.

La supresión de la subvención aumentará en más de un tercio el precio, hasta los 385,5 dólares por 1.000 metros cúbicos.

La medida era esperada. Desde la caída de Yanukovich y la instauración del nuevo poder, Gazprom ya había advertido que anularía la reducción acordada en diciembre, junto a un plan de ayudas por 15.000 millones de dólares que también ha sido anulado. «Es una declaración esperada», reconoció el director del grupo gasero ucraniano Naftogaz, Andri Kobolev.

Pero sobre Kiev pesa la amenaza de un subida aún más fuerte: las autoridades rusas han advertido de que podrían poner fin a otra bonificación de cien dólares, acordada en abril de 2010 en el acuerdo sobre la prolongación del arrendamiento de la Flota del Mar Negro, en su base histórica de Sebastopol, en Crimea.

Otra subida más

Esto subiría el precio del gas ruso hasta cerca de los 480 dólares por mil metros cúbicos, lo que supondría un golpe durísimo para la economía ucraniana al borde de la bancarrota.

De hecho, antes de estas subidas, Kiev ya ha encarecido en un 50% el precio del gas que pagan los ucranianos para cumplir con las exigencias que han impuesto el FMI y la UE a cambio de un préstamo que evite la quiebra.

El acuerdo sobre la Flota del Mar Negro está actualmente denunciado, ya que Moscú argumenta que no puede seguir en vigor después de que Crimea se haya unido a la Federación rusa.

Pero el conflicto entre Occidente y Rusia a causa de la crisis ucraniana no se queda en las fronteras de este país. Buena parte de la UE depende en gran medida también del gas ruso y EEUU lo aprovecha para presionar con el fin de que Bruselas se abra a sus exportaciones.

Hoy mismo la UE y EEUU celebran su quinto consejo de Energía, en el que explorarán vías para reducir la dependencia energética europea de Rusia, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, apuntase como opción las exportaciones de gas natural de EEUU hacia Europa.

Varios estados europeos se quedaron sin calefacción en el invierno de 2009 por una disputa comercial entre Rusia y Ucrania.

La semana pasada, durante su visita a Bruselas, Obama señaló que una vez esté concluido el acuerdo comercial que negocian actualmente Bruselas y Washington, «las licencias de exportación para gas natural estadounidense licuado para Europa serán mucho más fáciles».

Dependencia de Rusia

La UE adquiere el 30 % del gas que importa de Rusia -es su mayor proveedor- y recibe la mayor parte a través del gasoducto que atraviesa Ucrania.

Pero además, eventuales nuevas sanciones comerciales a Moscú pueden agravar ese panorama. «El 50 % de las exportaciones de la UE se dirigen a Rusia», recordaron fuentes comunitarias, que alertaron de que las sanciones podrían llegar a suponer una reducción del 1 % del PIB en diez Estados miembros, y del 0,5% como media para toda la Unión». Las economías más afectadas serían las de Chipre, Letonia, Lituania, Estonia, Polonia y Finlandia.

Pero la energía de una economía clave como la alemana depende también de Rusia. El 35% del gas que consume es ruso. Berlín prevé un cambio en su modelo energético, con el cierre de las nucleares y el aumento de las renovables, pero con el horizonte de 2050.

El conflicto puede hacer cambiar los planes en favor del gas de esquisto que ofrece Estados Unidos -cediendo a la presión de Obama-, aunque esta opción´n aún cuenta con importantes recelos entre los socialdemócratas y los verdes.

La UE importa de Rusia, además de gas y petróleo ruso, uranio procesado como combustible nuclear.

Kiev ordena el desarme de los grupos paramilitares

El Parlamento ucraniano aprobó ayer el desarme de los grupos paramilitares que participaron en el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich y la llegada al poder de la hasta entonces oposición. El nuevo poder ucraniano quiere ahora limpiar su imagen distanciándose de los grupos armados con los que participó en el levantamiento de Maidán y que siguen controlando el centro de la capital. «El pueblo ucraniano exige orden. Todos los que lleven armas, al margen de la Policía, el Ejército, el Servicio de Seguridad y la Guardia Nacional, son saboteadores que actúan contra Ucrania», declaró Olexandre Turchinov, presidente en funciones que llegó al poder con el apoyo de estos grupos armados. Milicias como Pravy Sektor (Sector de Derechas) fueron la primera línea de las protestas contra Yanukovich en las barricadas de Maidán frente a las fuerzas antidisturbios Berkut. Incluso una grabación del ministro de Exteriores estonio -no desmentida- aseguraba que los que los que dispararon sobre los manifestantes en Kiev durante el levantamiento eran francotiradores opositores. Grupos prorrusos del mismo tipo han surgido en las manifestaciones en el este del país. Un tiroteo provocado por un miembro del Sector de Derechas fue el detonante de la medida El lunes por la noche un miembro de este grupo - borracho, según el Ministerio del Interior- abrió fuego en un restaurante e hirió a dos de sus compañeros y al alcalde adjunto que pasaba por allí. Otros miembros del grupo se negaron a entregarlo a las fuerzas de seguridad hasta el alba. El líder de este Sector de Derechas murió en un tiroteo con policías que iban a detenerle el pasado 25 de marzo. GARA

EEUU planea más presencia militar y pide a Moscú que retire la suya

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, anunció ayer que hay «más apoyo en camino» para «contribuir a garantizar la seguridad» de los países de la OTAN del este y centro de Europa que se sienten más amenazados tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, al tiempo que dio la bienvenida al anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de replegar un batallón de su frontera con Ucrania, pero pidió que Moscú retire las «masas de tropas» que mantiene en la zona para rebajar «verdaderamente» la tensión. A su vez, los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, en una reunión celebrada en Bruselas, acordaron desarrollar «con urgencia» más medidas para intensificar la defensa colectiva, que podrían incluir despliegues o el refuerzo de efectivos militares en el este de Europa, así como la revisión de los ejercicios de formación, el incremento del nivel de disposición de las fuerzas de la OTAN y la revisión de los planes militares de la Alianza. A la vez, el Parlamento ucraniano aprobó una ley que autoriza maniobras conjuntas con tropas de países de la UE y de la OTAN en su territorio. Incluyen a 7.000 militares de 17 países y se desarrollarán entre mayo y noviembre de este año. Por el momento, una decena de aviones de EEUU ha reforzado la misión de vigilancia aliada en los países bálticos, mientras que se han enviado a Polonia y Rumanía aparatos AWACS, que, sin entrar en el espacio aéreo ucraniano, pueden controlar cualquier movimiento en esa zona.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó además que no podía confirmar la retirada de tropas rusas de la frontera de Ucrania anunciada por el Kremlin -«No es lo que hemos visto», dijo- , a la vez que ratificó la suspensión de cualquier cooperación con Rusia, aunque dijo mantener abierto el diálogo político. GARA