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Todos los partidos salvo el PP censuran la amenaza de Rouco con la guerra

La homilía del cardenal Antonio María Rouco Varela durante el funeral de Estado por Adolfo Suárez provocaron un amplio rechazo. Solo el PP trató de justificar las palabras del prelado, quien dijo que se pueden repetir los «hechos y actitudes» que provocaron la guerra del 36.

El cardenal Antonio María Rouco Varela remarcó durante el funeral de Estado por Adolfo Suárez oficiado en la catedral de la Almudena de Madrid que el expresidente español «quería superar para siempre la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar». Durante la homilía, que destacó por su fuerte carga ideológica, pidió una oración por el fallecido y «¿cómo no? también por España». En el templo se encontraban además de los monarcas españoles y su heredero, el actual presidente español, Mariano Rajoy, los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar, el president de la Generalitat, Artur Mas, y el lehendakari Iñigo Urkullu, entre otros altos cargos.

El diputado de Amaiur Sabino Cuadra, por su parte, consideró que «parece sacado de Atapuerca» y criticó que un sacerdote «utilice ese lenguaje y hable de guerras pasadas y futuras».

El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macias, lo acusó de haber utilizado el funeral para hacer un «alegato político» para «justificar de alguna manera» el alzamiento militar. «Lo grave es que se quiera reinterpretar la Historia», avisó haciendo hincapié en que el origen de la guerra del 36 fue «un levantamiento sedicioso y fascista de unos militares contra la legalidad establecida».

Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, calificó de «inadecuadas» e incluso de «indignantes» las afirmaciones de Rouco Varela y planteó la necesidad de que este tipo de actos dejen de tener un carácter religioso. «Ha llegado el momento de que, en un país serio y aconfesional, los actos de Estado sean laicos», subrayó.

El portavoz de IU, José Luis Centella, hizo hincapié en que ni la jerarquía de la Iglesia católica es la «apropiada» para pronunciarse sobre la guerra.

El BNG exigió al presidente español, Mariano Rajoy, que repruebe estas palabras «guerra-civilistas».

Solo el PP y el fiscal general del Estado español, Eduardo Torres-Dulce, trataron de justificar a Rouco Varela apelando a la «libertad de expresión».