El comité de empresa de Viscofán Cáseda, integrado por CGT, ELA, LAB y UGT, se concentró ayer en la plaza del Baluarte de Iruñea, coincidiendo con la junta general de accionistas de la compañía, para exigir a la empresa que cumpla el convenio y no aplique una reforma laboral «injusta» para ahorrarse unos pluses, que le suponen un «coste irrisorio», según el presidente del comité, Iñaki Sorbet.

Precisamente, la junta general aprobó ayer un dividendo complementario de 0,704 euros por acción, lo que supone un aumento en la retribución total de un 1,8 % para los accionistas respecto al ejercicio anterior.

El origen del conflicto, según el comité, esta en la «modificación unilateral por parte de la empresa de lo pactado en materua de vacaciones y pluses, estando plenamente útil y vigente el presente convenio, amparándose para ello en reformas labrales y leyes injustas pensadas para otorgar pleno poder a las empresas».

Viscofán aduce «razones técnicas y organizativas» para justificar las modificaciones.