Segunda A 36ª Jornada

Sentimientos encontrados

EIBAR 0

RECREATIVO 0

La fortuna suplió al resultado. El Eibar sigue atascado en Ipurua y, por cuarto partido consecutivo ante su público, no pudo celebrar la victoria. Pero como al resto de equipos de la zona alta de la clasificación le fue aún peor -perdieron todos salvo el Barcelona B, que no puede ascender-, la escuadra armera acabó reforzando su posición. Se acerca al Deportivo, ahora a cuatro puntos, y, más importante aún, aumenta su renta respecto al play-off, con Tenerife y Las Palmas cinco puntos por debajo.

La temporada entra en su recta final con la gasolina empezando a escasear y con todo por decidir, lo que propicia partidos más igualados aún que en los ocho meses anteriores y resultados imprevisibles. Y no solo para el Eibar, lo que le permite mantener intactas sus opciones de ascenso con una jornada menos por delante para la conclusión de la Liga.

Aunque no aumentarlas, porque el frenazo también es evidente en la trayectoria de los azulgranas, que desde la goleada en Miranda solo han sido capaces de sumar un triunfo en cinco jornadas. Curiosamente, también a domicilio. Y es que la marcha del equipo armero se ha ralentizado especialmente en Ipurua. Desde que se impusiera con rotundidad al Sporting, en el partido que acabó de convencer a los más escépticos de las posibilidades reales de ascenso, el Eibar no ha vuelto a levantar los brazos ante su afición. Cuatro partidos, tres puntos y apenas dos goles marcados en esos 360 minutos.

Por ahí pasa, en buena medida, el fundamento de la sequía. El Eibar sigue mostrándose tan contundente a nivel defensivo como ambicioso, poco amigo de la especulación y dominador en fases mayoritarias de sus partidos. Pero bien porque la prolongadísima actividad del equipo -concluyó el curso pasado el 30 de junio y apenas dispuso de 15 días de vacaciones antes de comenzar con la pretemporada- empieza a pasar factura, bien porque tras 36 jornadas hay poco espacio ya para las sorpresas, da la sensación de estar atascado. Falta chispa, frescura, que se suple con trabajo de medio campo hacia atrás, de ahí que los números defensivos sigan siendo buenos, pero para los que no hay alternativa de cara a la portería rival. El Eibar marca menos goles porque genera menos ocasiones y porque, además, son menos claras.

Y eso fue, básicamente, lo que pasó también ante el Recreativo. Además del trabajo del rival, claro, que para algo salta al campo. Y el cuadro onubense lo hizo con el mono de mahón de puesto. Contraviniendo su fama de equipo un tanto alocado, tan capaz de anotar goles como de marcarlos, esta vez pareció tener claro que el primer paso hacia la victoria se da en la portería propia. Mordió en cada disputa, complicando las intenciones ofensivas locales pero, igualmente, no fue capaz casi nunca de superar el dispositivo defensivo azulgrana.

No importó tanto, a nivel de espectador neutral, en la primera parte. De ida y vuelta, aunque hubo poquitas ocasiones claras de gol, la sensación general de intensidad y alegría en el juego de ambos equipos -cercenada en parte por la actuación de un árbitro demasiado proclive a echarse la mano al bolsillo- dejó un buen sabor de boca.

Empeoró tras el descanso. Salió con ganas el Eibar pero con el paso de los minutos el Recre empezó a ponerle ojitos al empate y el choque se enturbió. Ahora querían más los locales que los visitantes y quizá por eso fueron también más patentes las dificultades del cuadro armero para desequilibrar en posiciones ofensivas. El árbitro puso su granito de arena con un par de decisiones discutibles, como con la mano -la duda fue si voluntaria- de Dimas en el área, y el choque acabó consumiéndose sin que Ipurua, de nuevo con una gran entrada, pudiera celebrar lo que habría sido una jornada redonda.

«El equipo ha defendido de maravilla pero nos ha faltado chispa arriba»

«Nadie dijo que fuera fácil», sentenció Gaizka Garitano. Y lo está comprobando el Eibar en los últimos partidos, pero también el resto de equipos implicados en la pelea por el ascenso.

Quizá por eso, el técnico prefería quedarse con que «tenemos un punto más que hace dos horas», además de con el trabajo de sus jugadores, que sigue siendo sobresaliente. Aunque no suficiente para ganar, o al menos no con la claridad de hace un par de meses.

«Nos ha faltado precisión con el balón, calidad... pero estoy contento con el trabajo. El Recre no ha tenido una sola ocasión de gol», recordó Garitano, que insistía en que «hemos intentado ganar y hemos empujado hasta el final. Lo hemos tenido pero no hemos dado para más. Cuando quieres ganar, y juegas ante un equipo que defiende el empate, necesitas una pared, un regate bueno que te dé la victoria. Necesitábamos un chispazo arriba pero no hemos tenido brillo con balón. El equipo ha defendido de maravilla y ha sabido empatar, que a veces no resulta fácil. Pero para ganar hay que hacer algo más arriba», insistió. En este sentido, admitió que jugadores como José Morales o Jota Peleteiro, «ahora mismo no están con el mismo brillo. Ya les vendrá de nuevo, pero mientras tanto el equipo sigue vivo, ordenado y físicamente fuerte», subrayó.

Lo que descarta el entrenador vizcaino es la posibilidad de que su equipo sufra de vértigo. «Decir que nos ha podido la responsabilidad no es serio porque no hay datos. Cada vez hay más nervios porque nos jugamos el ascenso, pero no creo que haya sido por eso. El equipo ha trabajado bien». A.U.L.