Alrededor de 5.000 personas, algunas en condiciones de extrema necesidad humanitaria, esperan la apertura por parte de Egipto del paso de Rafah, única puerta de conexión de Gaza con el mundo, según la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU en los territorios ocupados (OCHA).

En su informe semanal, la OCHA señala que cerca de 5.000 personas se han registrado en el paso de Rafah ante la eventualidad de que las autoridades egipcias abran una frontera que gestionan a discreción y que desde comienzos de año han mantenido prácticamente cerrada. La mayor parte de los inscritos son enfermos, estudiantes y viajeros con visados de un tercer país, agrega la agencia de la ONU, que denuncia, además, un descenso cuantitativo de las reservas de combustible en la franja de Gaza.

Un alto responsable de la Autoridad Palestina (ANP), a cargo de las negociaciones con Hamas, anunció esta semana que Egipto se ha comprometido a abrir el paso de Rafah en el momento en el que ese grupo y Al Fatah formen el gobierno de unidad, que anunciaron el pasado 23 de abril. Las fronteras de Gaza están bajo control militar israelí desde que en junio de 2007 Hamas estableciera un gobierno propio.

Heridos, detenidos y ataques

Por otra parte, en su informe la OCHA denuncia que 43 palestinos resultaron heridos durante los últimos siete días en Cisjordania a causa de las acciones del Ejército israelí, cifra que no incluye los sangrientos incidentes ocurridos el jueves durante el recuerdo de la Nakba (catástrofe), la expulsión de cientos de miles de palestinos por la creación del Estado de Israel en 1948 . El 60% de los heridos tuvo que ser atendido por inhalación de gases lacrimógenos, y el resto por golpes e impactos de bala. Quince de ellos resultaron heridos en una protesta cerca de la Explanada de las Mezquitas. El documento registra, además, que las fuerzas de seguridad israelíes practicaron 82 redadas en Cisjordania y arrestaron a un total de 127 personas, una cifra un 34% por encima de la media semanal de 2014.

En cuanto a la actividad de los colonos sionistas, la OCHA registró que tres palestinos resultaron heridos y medio centenar de olivos y de viñas fueron destruidos en Cisjordania en siete ataques. Además, los colonos pintaron frases racistas en una casa de la ciudad vieja de Jerusalén y lanzaron piedras contra vehículos palestinos en Belén.