Fede de los Ríos
JO PUNTUA

El paseíllo del Borbón

Si PP y PSOE pierden el culo en la elaboración de leyes que blinden al Borbón para sustraerlo de la acción de la Justicia ¿Para cuándo una posible canonización de quien tanto hizo por la Iglesia católica?

Según prensa, radio y televisión, los ¡Viva el Rey! de los empresarios en el Palacio Real de El Pardo el miércoles pasado emocionaban a Juan Carlos I de Borbón y Borbón-Dos Sicilias. Previamente, el monarca había pronunciado, agradecido y emocionado, uno de sus últimos discursos como jefe del Estado: «Seguid adelante, yo siempre estaré a vuestro lado», les dijo, al tiempo que definía a los empresarios como genios emprendedores que merecen la admiración de la sociedad por «generar trabajo y riqueza». Un 69 plenamente satisfactorio, como es lógico, entre monarcas artífices de la democracia y empresarios generadores de puestos de trabajo.

Gran ovación la del mismo miércoles en Las Ventas durante la corrida de Beneficencia (que, pese a lo que pueda parecer a primera vista, no es acostarse con un pobre o menesteroso); todo el universo taurino puesto en pie y vuelto hacia el monarca ¡plas, plas, plas...! Aficionados, toreros, banderilleros, apoderados, ganaderos, subalternos, manolas con y sin peineta, picadores, monosabios... Al parecer hasta los morlacos mugían en agradecimiento a Juan Carlos I por su apoyo a la tauromaquia. El Borbón, al igual que a osos, a elefantes y a la cabra de la Legión, ama de igual manera a los toros. No en vano ha ostentado, durante años, la Presidencia de Honor de la Asociación de Defensa de la Naturaleza (WWW/Adena).

Un día antes, en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (cerca de donde descansa su admirado Caudillo) y vestido de capitán general, había presidido, junto a los jefes de Estado Mayor, una ceremonia militar al objeto de repartir unas medallitas de la Orden de San Hermenegildo, que tanto gustan a militares y guardiaciviles, recibiendo constantemente innumerables vítores del personal militar y sus familias.

Ya solo falta que realicen homenajes, a Su Campechana y Graciosa majestad, el sindicato de folclóricas representando al mundo de la copla, las cofradías de la Semana Santa y los niños de San Ildefonso mostrando todo su arte y saber en bonita y plástica demostración sindical en el Santiago Bernabeu.

También se echa de menos una mayor implicación de la Iglesia católica. Acuden a todos y cada uno de los actos del abdicante, de acuerdo, pero como sin excesivo entusiasmo. Si PP y PSOE pierden el culo en la elaboración de leyes que blinden al Borbón para sustraerlo de la acción de la Justicia ¿Para cuándo una posible canonización de quien tanto hizo por la Iglesia católica?

El Papa es nombrado en el cónclave por intercesión directa del Espíritu Santo, que es Dios, que ilumina a los prelados que lo designan. La estirpe de los reyes fue elegida hace siglos por Dios. Son dos cargos, el de Papa y el de rey, voluntad de Dios. Ahora tenemos dos papas, vamos a tener dos reyes. A ver si resulta que va a haber más de un Dios Uno y Trino.

Antes de que lo asesinaran los de la Santa Cruzada, García Lorca lo expresó en uno de sus versos:

Si tu madre quiere un rey,

la baraja tiene cuatro:

rey de oros, rey de copas,

rey de espadas, rey de bastos.